Grandes sueños quedan en limbo sin la asistencia de DACA y DAPA
Estudiantes que califican para la ampliación de la Acción Diferida están nerviosos mientras se define en las cortes lo que pasará con su destino
Leticia Velez se sintió feliz cuando el presidente Obama hizo uso de su autoridad presidencial para emitir una orden ejecutiva que autorizaba alivios migratorios a cinco millones de indocumentados en el país.
“Estás en el último año de secundaria, quieres ir al colegio, tienes grandes sueños que no sabes si se van a cumplir. Entonces llega la acción ejecutiva, se te quita un peso de encima. Finalmente vas a hacer algo. Pero de repente ese alivio ya no está por la decisión de un juez. Es algo muy difícil“, confiesa Velez.
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Esta muchacha de 20 años llegó a los 9 años de la Ciudad de México a Los Ángeles, acompañada de su madre y sus dos hermanos menores, ahora de 18 años y 11 años. Ella y su hermano Ricardo de 18 años califican para la ampliación de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Su historia fue escuchada por los concejales antes de que aprobaran una resolución que ofrece el apoyo de la Ciudad de Los Ángeles a la defensa de los alivios migratorios decretados por el presidente Obama para dar un permiso de trabajo y evitar la deportación de cinco millones de inmigrantes indocumentados.
“Mi madre, nos ha sacado adelante sola, con hasta tres empleos. Su primero fue en McDonald, pero ha tenido de todo, ha trabajado en la limpieza. Ahora es conserje, y nos levantamos muy temprano a preparar comida para venderla en Elysian Park a un lado del parque de Los Dodgers. Mi madre apenas duerme cuatro, cinco horas” cuenta Velezs quien estudia en el City College.
“Aún no sé qué carrera quiero seguir pero a lo mejor voy por la política, porque me gusta mucho”, revela esta joven, cuya historia se suma a la de decenas de miles de estudiantes que estaban listos para calificar para la ampliación de DACA cuando un juez de Texas la suspendió hace dos semanas.