Richard Madden, de ‘Game of Thrones’ a ‘Cinderella’
Richard Madden, de 'Game of Thrones' y que ahora estrena 'Cinderella', explica lo harto que está de vestirse de época para actuar.
La misma semana que los estudios Disney anuncian que Tim Burton se hará cargo de la versión en imagen real de su clásico animado “Dumbo” —el cineasta ya se había encargado de “Alice in Wonderland”—, llega a las pantallas la nueva versión, también con actores de carne y hueso, de “Cinderella”.
A diferencia de, por ejemplo, “Maleficent”, una alteración (¿o era manipulación?) de “Sleeping Beauty”, “Cinderella” sigue paso a paso la historia del filme estrenado en 1950.
Hay una joven relegada a labores domésticas por su despiadada madrastra; hay dos hermanastras repelentes; y hay un príncipe en busca de su amor eterno.
El encargado de poner tal historia en imágenes ha sido el director Kenneth Branagh, especialista en adaptaciones de Shakespeare (“Henry V”, “Hamlet”, “Much Ado About Nothing”), quien se ha rodeado de un reparto exquisito: Lily James (“Downton Abbey”) como Cinderella, Cate Blanchett (“The Lord of the Rings”) en el papel de la madrastra, Sophie McShera (“Downton Abbey”) y Holliday Grainger (“The Borgias”) como las hermanastras Drisella y Anastasia, y, por supuesto, el indispensable Príncipe, a quien da vida Richard Madden.
Con él —escocés de 29 años, popular por su actuación en “Game of Thrones”, donde encarnó a Robb Stark durante 21 episodios— hablamos en un hotel de Beverly Hills.
– Más que una película, “Cinderella” parece una ópera… Todo luce impresionante.
– Absolutamente. Es maravilloso estar en un rodaje como éste, porque no utilizamos [efectos visuales] para los decorados. La escena del baile fue rodada en un escenario real, con más de 600 bailarines y extras. Uno siente que es real, y parecía que estábamos en una obra teatral.
– “Maleficent” alteró el concepto de quién era el personaje de la bruja. “Cinderella” apuesta por seguir la cinta original. Casi no hay cambios…
– Sí, pero hemos modernizado la historia. En la película animada casi no vemos al Príncipe: él sólo está en dos o tres escenas. En nuestra película lo vemos más y hemos cambiado la relación entre él y Cinderella. No se trata del caballero con la espada rescatando a la joven princesa… Contamos la historia de dos jóvenes que se enamoran. Es una historia moderna en un marco de cuento de hadas.
– Es difícil en estos filmes navegar por terrenos demasiado cursis…
– Afortunadamente, [el director] Kenneth Branagh nos ayudó en eso: él fue quien mantuvo el tono adecuado. Hay que saber dónde uno está, un puro entretenimiento, pero también hay la necesidad de afianzarlo todo en la honestidad. El guión es muy delicado: permite la cursilería, pero también se abre a la emoción.
– ¿Cuál fue tu reacción al leer el guión por primera vez?
– Mi agente acababa de tener un hijo y pensé que estaba siendo un sentimental… Pero tras leerlo me di cuenta que era brillante, una historia poderosa con un buen mensaje. De niño siempre vi películas de Disney que me enseñaron mucho acerca de amor, muerte, bondad, maldad…
– Vi la película con varios niños en la audiencia. Me sorprendió su reacción entusiasta, dado que estas historias normalmente están dirigidas a las niñas…
– Es maravilloso que los niños reaccionen de esa forma. Por eso quise hacerla. “Cinderella” no es la historia de un vestido de gala y un zapato. Es una historia de un joven que sigue su corazón, no su cabeza. Es un mensaje maravilloso.
– Tu cara está por todas partes en la promoción del filme… Me pregunto cómo te sientes viendo que tu nombre está al lado del de Disney…
– ¡Es tan raro, tan extraño, tan surreal!… Trato de no pensar en eso. No busco mi nombre en la internet, porque hay cosas que no quiero saber sobre lo que dicen de mí…
– Voy a confesarte algo: no he visto ni un solo episodio de “Game of Thrones”.
– ¿¡¡Ninguno!!? ¡¿Como es posible?!
– ¿Qué me estoy perdiendo?
– Es brillante. Es una gran historia. Un drama político con personajes geniales. Es la vida en esteroides. No es “Cinderella”… en “Game of Thrones” todos los buenos mueren [risas].
– Ahora estás rodando “Bastille Day”, una cinta de acción sobre un agente de la CIA…
– Es maravilloso entrar en ese mundo [del cine de acción], no tener que ponerse trajes de época y poder llevar sólo jeans y una camiseta… [risas]