El Salvador: ‘La criminalidad los empuja fuera de su hogar’
Se calcula que hay más de medio millón de desplazados en la región centroamericana
San Salvador
El Salvador es escenario del desplazamiento interno de 289,000 personas, forzadas a abandonar sus hogares por la violencia criminal de pandillas y carteles de la droga, reveló ayer el secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados (CNR), Jan Egeland.
Esta organización, una de las más reputadas que trabaja en este ámbito, presentó ayer en Ginebra las últimas estadísticas mundiales sobre ese fenómeno, compiladas en el informe anual de su Observatorio de Desplazamiento Interno.
Al presentar este trabajo, Egeland mencionó entre los casos más preocupantes el de El Salvador y, de forma más amplia, de Centroamérica, donde “la criminalidad está empujando a la gente a abandonar sus hogares por cientos de miles”.
Ese país, Honduras y Guatemala tienen en conjunto más de 550.000 desplazados internos, según el informe del CNR.
La estimación más impactante surgió de El Salvador, de donde por primera vez se obtuvieron datos sobre el desplazamiento forzado gracias a la colaboración de entidades nacionales, en particular la Universidad Centroamérica.
En Guatemala, el total asciende a 248.000 casos, de los cuales 1.400 ocurrieron en 2014.
Honduras tiene cerca de 30.000 casos, aunque éstos no incluyen los que pudieron ocurrir en 2014 porque los expertos no consiguieron información para hacer una estimación fiable.
“La tendencia en Centroamérica es ver a nuevos actores que causan desplazamientos masivos de población motivados por los beneficios económicos de su actividad criminal”, explicó Egeland en una rueda de prensa.
Al respecto, el jefe adjunto de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Volker Turk, comentó que esas víctimas “primero se desplazan, pero luego intentan huir de sus países porque se sienten totalmente desprotegidos”.
“Muchos tienen experiencias dramáticas de violencia y no hay posibilidad de ayudarlos dentro del país ya que las causas (de su desarraigo) no se resuelven, así que lo único que les queda es salir”, agregó.
Turk y Egeland relacionaron esta situación con la llegada clandestina y masiva el año pasado a Estados Unidos de cerca de 60,000 menores de edad sin acompañantes.
Turk dijo que hace pocos días estuvo en Texas, donde se entrevistó con mujeres y niños que habían huido de ElSalvador, Honduras y Guatemala.
“Escuchándolos queda claro que muchos de ellos son refugiados, aunque no sean reconocidos como tales”, comentó.
Egeland indicó que, frente a la gravedad que está adquiriendo el fenómeno del desplazamiento interno en Centroamérica, su organización empezará a trabajar allí “con desplazados por el crimen organizado”.
Sobre el caso de México, donde el informe menciona que hay 280.000 desplazados internos -9.000 el año pasado-, Turk dijo que ese país “refleja lo que queremos decir cuando pedimos a los Estados que atiendan el problema del desplazamiento interno”.
Estado responsable
Ello en vista de que se trata “de la primera manifestación, de la señal de alerta más temprana de que algo está terriblemente mal en un país y que la gente se ve obligada a huir de la violencia”.
Preguntado sobre la falta de reconocimiento oficial de estas personas como desplazados, el represente de la ONU recalcó que eso no exime a los Estados de su responsabilidad frente a ellos.
“Aunque no sean reconocidos como tales, cada gobierno es responsable por las personas que están en el territorio de su jurisdicción, sean desplazados o no, este es un principio fundamental de la ley”.