Lo que los Dodgers esperan de Chase Utley
El infielder regresa a su lugar de origen y la pregunta es si puede marcar diferencia a la hora buena como casi siempre lo hizo
Para entender la relevancia de Chase Utley, el veterano segunda base que los Dodgers adquirieron el miércoles en un cambio con los Filis de Filadelfia, basta con mirar la manera en que los aficionados de esa ciudad lo veneran. El legendario cronista de ese equipo, Harry Kalas, lo proclamó alguna vez como “The Man” (El Hombre) porque siempre respondía; siempre se podía contar con él.
Utley tiene cerca de 37 años de edad y esta campaña no ha sido el mismo de otros años. Su promedio de .217 y apenas 5 jonrones en 73 juegos no son una credencial fiel de una carrera en la que la consistencia había sido el común denominador.
De 2005 a 2009, Utley bateó 28, 32, 22, 33 y 31 jonrones, respectivamente, mientras producía 105, 102, 103, 104 y 93 carreras; grandes números para un segunda base. La temporada anterior tuvo .270, 11 jonrones y 78 remolcadas, todavía números aceptables considerando lo débil de los Filis.
Y luego, en este verano, vino el tiempo de tomar decisiones. Utley no quería retirarse aún, por lo que los Filis, con prisa por reconstruir su plantilla, no iban a poder verlo completar su carrera en blanco y guinda, como por ejemplo lo hicieron los Yankees con Derek Jeter.
Así que Utley habló con Rubén Amaro Jr., el gerente general del equipo.
“Le di una lista de algunos equipos en los que yo consideraría jugar y después fue el trabajo de Rubén tratar de encontrar el mejor convenio para la organización (los Filis)”, explicó Utley en su última conferencia de prensa en Filadelfia.
“Al final fueron los Dodgers. Los Dodgers fueron el equipo con el que crecí. Recuerdo haber ido al juego de la Serie Mundial de 1988 con mi papá, así que hay algunos vínculos familiares”.
Círculo completo
Utley nació en Pasadena, fue a la preparatoria en Long Beach Poly y a la universidad en UCLA. Por supuesto que para él era atractivo venir a Los Ángeles con posibilidades de jugar playoffs con los Dodgers.
La pregunta es si Utley, por años considerado uno de los mejores infielders de las Grandes Ligas, puede ayudarles a los Dodgers en su ardua lucha por trascender en octubre.
Por ahora, Utley viene a tapar el hoyo dejado temporalmente por la lesión de Howie Kendrick como segunda base. Pero a mediano plazo, el exFili realmente puede tener impacto con LA. Sus 46 juegos de postemporada, en los que acumula 10 jonrones y 25 producidas, dicen algo.
Su arribo, sin embargo, puede implicar menos tiempo de juego para el boricua Kike Hernández, quien ha gustado mucho desde que llegó al primer equipo. Sus números son de .304 en 62 partidos, con 6 jonrones y 18 impulsadas, además de una defensa destacada en cinco distintas posiciones a la defensiva de los Dodgers.
Asumiendo que Utley será puesto como “camarero” abridor, al menos mientras Kendrick retorna, Kike será suplente en todo el infield, que por ahora tiene a Jimmy Rollins -el viejo socio de Utley para los doble plays- en el shortstop y Justin Turner en tercera base. Los Dodgers desactivaron de su roster a Alberto Callaspo.
Examen en Houston
Los Dodgers abrieron la noche del viernes serie en la casa de los sorprendentes Astros, viejos conocidos y rivales que desde 2014 están en una distinta liga. Ambos equipos tienen en común que son líderes divisionales. Sólo que los Dodgers lo hacen con la nómina más alta de las Grandes Ligas (alrededor de 273 millones de dólares) y Houston con la 29ª nómina, la segunda más reducida: $71 millones.