La presión arterial: qué tanto tienes que bajarla
Las sorprendentes razones por las que podrías retrasar el uso de medicinas para bajar la presión… o no usarlas del todo
¿Te han dicho que tu presión arterial es muy alta? O tal vez ya estás tomando medicinas para bajarla. Bueno, pues debes saber que puedes no tener que bajarla tanto como pensabas. Muchos expertos, incluidos los nuestros en Consumer Reports Best Buy Drugs, indican que millones de estadounidenses no tienen que ponerse una meta tan baja cuando se trata de manejar su presión sanguínea.
Eso significa que puedes ser capaz de retrasar o incluso evitar tomar medicinas para la presión, lo que reduce el riesgo de sufrir efectos secundarios y los costos para ti.
La noticia no tan buena es que ha pasado más de un año desde que la recomendación, emitida por expertos reunidos por el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre (National Heart, Lung and Blood Institute), fue publicada, y sin embargo muchos médicos aún no han adoptado los nuevos objetivos para la presión sanguínea. He aquí las razones por las que creemos que deberían hacerlo, y lo que eso significa para ti.
¿Qué tan bajo debes llegar?
La presión sanguínea alta sigue siendo un serio problema de salud; aún es una de las principales causas de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Los niveles ideales para la presión sanguínea siguen siendo los mismos; una presión sanguínea sistólica de 120 milímetros de mercurio o menos (el número más grande) y una presión sanguínea diastólica (el número más pequeño) de 80 mmHg o menos.
Hasta hace poco, la mayoría de los expertos estaban de acuerdo en que las medicinas eran necesarias si los niveles de presión sistólica de una persona (que refleja la presión en las arterias cuando el corazón se contrae) alcanzaban 140, o si el nivel diastólico (la presión entre latidos) alcanzaba 90. La meta era aún más baja para gente con diabetes o enfermedades renales crónicas dado que son vulnerables a los ataques cardíacos: una presión sistólica de 130 y una diastólica de 80.
Pero el grupo independiente de expertos sugirió cambiar esas cifras límite con base en una revisión de la investigación clínica. Contrario a lo que se sostuvo por muchos años, ellos concluyeron que la mayoría de la gente de 60 años en adelante no necesitaba medicinas sino hasta que sus niveles alcanzaran 150/90 y que los medicamentos no son necesarios para la mayoría de las personas con diabetes o enfermedades renales crónicas sino hasta que su presión sistólica alcanza 140/90.
Muchos grupos más, entre los que destaca la Asociación Estadounidense del Corazón (American Heart Association), no han aprobado los nuevos objetivos. Pero otras investigaciones, incluyendo un análisis en 2014 en la revista médica British Medical Journal, de hecho sugieren que no se ha demostrado que el tratamiento con medicamentos ayude a la mayoría de las personas sino hasta que su presión sistólica llega a 160.
Nuestros expertos médicos creen que la meta de 150/90 para la mayoría de las personas mayores de 60 años y 140/90 para la mayoría de las personas con diabetes o enfermedades renales crónicas es razonable. Ellos opinan que alcanzar niveles por debajo de 140/90 puede requerir altas dosis de medicinas para la presión, o múltiples medicamentos. Eso incrementa el riesgo de efectos secundarios, que pueden incluir tos persistente, disfunción eréctil y micción frecuente, dependiendo de los medicamentos. Los fármacos también pueden provocar mareos, cosa que puede ocasionar caídas.
Los medicamentos para la presión arterial normalmente no son caros (frecuentemente cuestan menos de $30 al mes), pero una vez que la gente comienza, suele continuar tomándolos por el resto de su vida. Con el tiempo, eso puede ser costoso.
“Controlar la presión sanguínea es importante”, dijo Marvin M. Lipman M.D., el asesor médico en jefe de Consumer Reports. “Pero es importante hacerlo de la manera más segura posible”.
Toma estas dos medidas clave
Aun si tu presión sanguínea está ligeramente elevada, nuestros expertos indican que podrías no necesitar empezar a tomar medicinas, al menos no de inmediato. En lugar de eso, haz estas dos cosas primero:
1. Confirma el diagnóstico
Los niveles de presión sanguínea fluctúan dependiendo de factores como la manera en la que estás sentado o si el manguito del monitor está colocado correctamente. Además, muchas personas presentan “hipertensión de bata blanca” en la que la presión sanguínea es normal en casa pero se eleva en el consultorio médico, posiblemente a causa de la ansiedad.
Si tus niveles son altos en el consultorio de tu médico, pídele que confirme las lecturas. El mejor modelo para hacerlo es una vigilancia de 24 a 48 horas. Sin embargo, ese tipo de vigilancia no está ampliamente disponible y el seguro podría no cubrir el costo. En ese caso, programa varias citas de control. También es inteligente invertir en un monitor para el hogar de manera que puedas revisar tus niveles por ti mismo.
2. Prueba primero hacer cambios en tu estilo de vida
Hay una gran cantidad de medidas que en ocasiones pueden reducir o incluso eliminar tu necesidad de medicamentos, que incluyen perder peso, hacer más ejercicio, reducir tu ingesta de sodio y beber menos alcohol. Si tu nivel sistólico está ligeramente elevado (150 a 160 para personas mayores a 60 años; 140 a 150 en las demás personas), considera tomar medicamentos únicamente si tras seis meses de intentos serios de hacer cambios a tu estilo de vida y dieta tu presión sanguínea no ha disminuido suficiente.
Si tienes 60 años o más, o si tienes diabetes o enfermedades renales y ya tomas medicinas para la presión sanguínea que no te están provocando efectos secundarios, no hay necesidad de cambiar tu receta. Pero si los efectos son molestos y tus niveles están bajo control, pregunta a tu médico sobre la posibilidad de cambiar tu receta, reducir tu dosis, o quedarte solo con un medicamento.
Reduce tus niveles sin medicamentos
Cualquier persona que tenga presión alta, incluso si aún se encuentra dentro del rango normal, debe tomar estas medidas para reducir esos niveles. Mira cuánto pueden hacer estos ajustes a tu estilo de vida para reducir tus lecturas de presión arterial sistólica (el número mayor).
Adopta una dieta DASH
Consume una dieta baja en grasas y alta en productos agrícolas, granos y lácteos bajos en grasas. • Potencial disminución en tu presión sistólica: 8 a 14 mmHg
No bebas, o hazlo moderadamente
Limita el consumo a no más de una bebida al día para la mayoría de las mujeres (por ejemplo, 12 onzas o 350 ml de cerveza regular o 1.5 onzas o 45 ml de whiskey de 80 grados) y no más de dos bebidas al día para la mayoría de los hombres. • Potencial disminución en tu presión sistólica: 2 a 4 mmHg
Mantente activo
Realiza actividad física aeróbica regularmente, como caminar vigorosamente (por al menos 30 minutos la mayoría de los días). • Potencial disminución en tu presión sistólica: 4 a 9 mmHg
Baja las libras que te sobran
Intenta alcanzar un índice de masa corporal inferior a 25. • Potencial disminución en tu presión sistólica: 2.5 a 10 mmHg por cada 11 libras que pierdas
Reduce el consumo de sal
No consumas más de 2,300 miligramos de sodio al día, el equivalente a una cucharada de sal. • Potencial disminución en tu presión sistólica: 2 a 8 mmHg
Fuente: Adaptado del séptimo informe del Comité Nacional Conjunto de Prevención, Detección, Evaluación y Tratamiento de la Alta Presión Sanguínea (Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation and Treatment of High Blood Pressure), 2003; Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (National Heart, Lung and Blood Institute).
Las mejores maneras de medir
La alta presión sanguínea normalmente daña al cuerpo sin provocar síntomas obvios. Eso ayuda a explicar por qué alrededor de 16 millones de estadounidenses pueden tener presión arterial alta sin saberlo. Es por eso que necesitas pedir a un proveedor de salud que te tome la presión arterial regularmente.
Algunas personas deben considerar medir también su presión en casa. Esto incluye a cualquier persona a quien se le haya diagnosticado alta presión sanguínea, así como personas mayores, cuya presión arterial pueda variar; las personas con “hipertensión de bata blanca” o presión sanguínea que se eleva en el consultorio médico o el hospital y gente con diabetes.
Obtén una medición precisa
Intenta medir tu presión sanguínea a la misma hora todos los días y evita hacer ejercicio, el tabaco y la cafeína al menos una hora antes de la medición. Además:
Ve al baño
Una vejiga llena puede elevar la presión sistólica entre 10 y 15 mmHg.
Descansa por 5 minutos antes de la medición
Los pies deben estar plantados en el suelo, las piernas no deben estar cruzadas y el manguito o muñequera del monitor debe estar a la altura del corazón; todo eso puede tener un efecto en la presión sistólica de 2 a 10 mmHg.
Coloca el manguito sobre la piel descubierta
Ponerlo sobre ropa puede elevar la presión sistólica hasta en 40 mmHg.
Mantente quieto durante la prueba
Hablar puede elevar la presión sistólica entre 10 y 15 mmHg.
Los mejores medidores de presión arterial según Consumer Reports
Rite Aid Deluxe Automatic, BP3AR1-4DRITE, $60. Nuestro monitor mejor calificado.
Omron 7 Series, BP652, $70. Nuestro monitor de muñeca mejor calificado, y el mejor de todos en cuanto a comodidad.
Sé reflexivo con las medicinas que tomas
Si en verdad necesitas un medicamento, elige cuidadosamente. Hasta hace poco, la recomendación estándar para la mayoría de las personas era comenzar con un diurético, en este caso un diurético tiazídico como hidroclorotiazida, ya sea solo o con otro medicamento. Los diuréticos siguen siendo una buena elección para mucha gente. Pero muchos otros tipos de medicamentos normalmente son igual de efectivos, y al igual que los diuréticos, están disponibles como genéricos de bajo costo, la mayoría cuesta menos de $1 al día.
En algunos casos, un medicamento distinto, de hecho es una mejor elección que los diuréticos. Por ejemplo, las personas con enfermedades renales pueden tener mejores resultados con inhibidores de ACE como el enalapril o lisinopril puesto que esos medicamentos también pueden ayudar a reducir las complicaciones de las enfermedades renales.
Tener varias opciones de medicamentos para la presión sanguínea también puede ayudarte a minimizar los efectos secundarios. Estos medicamentos son relativamente seguros pero algunos de ellos desatan efectos secundarios que pueden ser suficientemente graves para ameritar un cambio por otra medicina.
Si tu médico te indica que necesitas medicamentos, pregúntale qué número cree que es deseable alcanzar. Ya sea que lo hagas únicamente a través de cambios en tu estilo de vida o combinando estos con medicamentos, el objetivo de la mayoría de las personas es mantener la presión sanguínea por debajo de 140/90 si son menores de 60 años o tienen diabetes o enfermedades renales, y por debajo de 150/90 si son mayores. El número ideal sigue siendo por debajo de 120/80 pero no tienes que reducir tus niveles hasta ese punto para recortar considerablemente tu riesgo de un ataque al corazón o cerebral.
¿Qué medicamento es el mejor para ti?
La respuesta depende de tu origen étnico y de si tienes otros problemas de salud, como diabetes. La mayoría de los medicamentos genéricos cuesta menos de $30 al mes.
Medicamentos | Cosas que debes saber |
Diuréticos tiazídicos como clortalidona, hidroclorotiazida | Buenos candidatos: La mayoría de las personas con presión sanguínea alta. Efectos secundarios: Micción (orinar) frecuente, disfunción eréctil. Consejos: Puede reducir los niveles de potasio, así que consume grandes cantidades del mineral y mantente atento a calambres o un aumento en la frecuencia cardíaca. |
Inhibidores ACE como benazepril, enalapril y lisinopril | Buenos candidatos: Gente con diabetes, enfermedades cardíacas, enfermedades renales o un historial de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. Efectos secundarios. Tos seca persistente y en raros casos puede provocar reacciones alérgicas mortales, especialmente en afroamericanos. Consejos: Si la tos es seria, considera usar un ARB (ver a continuación). |
ARB como losartan | Buenos candidatos: Gente que sería un buen candidato para inhibidores ACE pero que no puede tomarlos debido a la tos. Efectos secundarios: Similares a los de los inhibidores ACE pero con menores probabilidades de provocar tos. Consejos: No los tomes con inhibidores ACE. |
Bloqueadores de canales de calcio como amlodipina | Buenos candidatos: Afroamericanos. Efectos secundarios: Mareos, un ritmo cardíaco acelerado o más lento, rubor, dolores de cabeza, encías inflamadas y en raros casos problemas para respirar. |