Entérate cómo le fue a Luis Miguel en Las Vegas, ¿llenó? ¿gustó?
El casi icónico concierto de Luis Miguel en "La Ciudad del Pecado" ha estado perdiendo su luz, con todo y su exnovia Kasia Sowinska entre la audiencia
Pudo haber sido una noche sin pena ni gloria, pero el espíritu nacionalista de los mexicanos se impuso en el show que dio la noche del sábado Luis Miguel en el Mandalay Bay Events Center de Las Vegas.
A unos días de que en México se celebre el Día de la Independencia, en “La Ciudad del Pecado” también hay actividades para festejar El Grito.
Por eso, la gente recibió de pie al ídolo y gritó apenas salió el mariachi para interpretar “El Son de la Negra” en el show del cantante.
Cuando “El Sol” gritó “¡Viva México!” otros gritos de “¡viva!” hicieron retumbar el recinto acompañados de porras para el País, mientras una Bandera Nacional apareció en la pantalla.
Pero la euforia que se vivió en canciones como “La Bikina” y “Si Nos Dejan” fue muy superior a la de la primera parte del show, que inició a las 22:24 horas.
La confirmación del cantante en Las Vegas, que fue hace apenas unos días, pudo haber sido un motivo por el que sólo 5 mil personas (según personal de seguridad) acudieron a su espectáculo, cuando al lugar le caben 12 mil.
Minutos antes del arranque, algunos revendedores ofertaban las entradas en precios muy similares a los de taquilla, la cual permaneció abierta.
Varios huecos en las gradas se apreciaron cuando comenzó el concierto, el cual tardó en tomar vuelo por la solemnidad de un público conformado en su mayoría por mexicanos.
Visiblemente más delgado que en sus anteriores presentaciones alrededor de la República Mexicana, Luismi demostró que está en forma vocal con “Qué Nivel de Mujer”, “Dame Tu Amor” y “Amor, Amor, Amor”, no obstante la audiencia no mostraba prendidez.
Pasada una hora fue cuando empezó a responder ante la ejecución de su ídolo en temas como “Sin Ti”, en la que su voz cimbró el lugar.
“La Incondicional”, “Culpable o No (Miénteme Como Siempre) y “Hasta Que Me Olvides” fueron recibidas con clamor, dado que su intérprete alentó a los invitados con gritos como: “¡arriba, arriba!” y “¡vamos, conmigo!”.
Las espectadoras de las primeras filas disfrutaron las atenciones del ídolo, quien les repartió siempre sonrisas, saludos con señas y hasta rosas blancas les obsequió.
Para el final del recital Luis Miguel terminó de echarse al público a la bolsa con su set acompañado de mariachi. Otro momento climático fue cuando, tras casi dos horas de recital, ofreció un medley de sus temas clásicos.
Una descarga de color y luz en las pantallas, mientras sonaba “Cómo es Posible que a Mi Lado” y “No Culpes a la Noche”, demostraron que, pese a que el recinto estaba a menos de la mitad de su capacidad, “El Sol” brilla en Las Vegas.