El ‘clásico’ de Concacaf: entre mitos y realidades (VIDEOS)
La rivalidad entre Estados Unidos y México envuelve algunos pasajes que vale la pena recordar y esclarecer
México y Estados Unidos cerraron sus duelos de preparación para enfrentarse este sábado en el Rose Bowl de Pasadena, California, donde se decidirá cuál de las dos selecciones acude como representante de la Concacaf a la Copa Confederaciones 2017, en Rusia.
Tras los últimos cotejos de la denominada Fecha FIFA, el equipo mexicano parece haber salido mejor librado luego de jugar a un excelente nivel frente a Argentina, a pesar de haber sido incapaz de mantener su ventaja de 2-0 y verse alcanzado 2-2 en los últimos cinco minutos.
Estados Unidos, en cambio, dejó señales preocupantes tras ser apabullado 4-1 por la selección de Brasil, que con Neymar Jr. en el campo mejora sus prestaciones, pero está lejos aún de ser la sombra de los mejores representantes del fútbol de la Verdeamarela.
El duelo ya asoma a dos días de distancia y esto hace recordar varios episodios que se guardan en nuestra memoria, algunos como mitos y otros más como realidades…
La expulsión que marcó a Rafa Márquez
En el duelo mundialista sostenido en la Copa de Corea-Japón 2002 nació la imprecisa percepción de que el equipo mexicano perdió 2-0 debido a la expulsión sufrida por el defensa Rafael Márquez.
Sin embargo, cuando Márquez deja el campo tras propinar un codazo a Cobi Jones transcurría el minuto 88 y el Tricolor ya caía 2-0 sin opciones ofensivas.
Si México extravió la brújula del encuentro, que iba perdiendo desde el minuto ocho por un tanto de McBride, fue cuando el técnico Javier Aguirre realizó dos sustituciones hasta hoy incomprensibles: envió al veterano atacante Luis Hernández por Ramón Morales (‘28), entonces el elemento más incisivo en la ofensiva y posteriormente retiró al zaguero Manuel Vidrio, pero ingresó a otro elemento defensivo como Sigifredo Mercado (‘46). Landon Donovan hizo el 2-0 al minuto 65.
Otra humillación al Tricolor
La rivalidad se ha incrementado luego de que en las últimas eliminatorias de Concacaf fue la victoria de Estados Unidos 3-2 ante Panamá, en el último duelo del Hexagonal, lo que le dio el pase al Mundial de Brasil 2014 al conjunto tricolor, que perdió 2-1 en su visita a Costa Rica. Esa noche las redes sociales en Estados Unidos comenzaron a ufanarse del hecho, sobre todo con la especulación que surgió en México de que su rival se dejaría ganar para afectarlo.
Perder frente a Estados Unidos es imperdonable
Desde que en la década de los 90 las autoridades estadounidenses se marcaron la meta de hacer resurgir el futbol en su país, México se ha convertido en el rival a vencer por haber sido el equipo con mejor estructura en la zona de Concacaf.
Así fue como derrotas ante Estados Unidos se convirtieron en el patíbulo para los técnicos Manuel Lapuente, Miguel Mejía Barón y Luis Fernando Tena. Lapuente fue despedido luego de que finalizó la Copa Oro de 1991 en la que México ganó el tercer sitio, pero la caída 2-0 en semifinales fue lapidaria.
Una historia similar vivió Miguel Mejía Barón dos años después: el final de su era llegó tras la eliminación tricolor por penaltis frente a EEUU en los cuartos de final de la Copa América de Uruguay.
Luis Fernando Tena únicamente dirigió un duelo del Hexagonal final rumbo al Mundial de Brasil 2014, luego de que José Manuel de la Torre fue despedido, y perdió 2-0 en Columbus ante los vecinos del norte.
Donovan un villano inventado
El delantero estadounidense cargó con la imagen del antihéroe en los duelos ante la selección mexicana desde que previo al duelo final en el Preolímpico de 2003, en el Estadio Jalisco, se orinó en una zona de la cancha cuando su equipo Sub 23 hacía un reconocimiento del campo.
Donovan hizo más grande el estigma de villano en los cotejos entre los dos rivales, el cual fue magnificado por los medios de comunicación mexicanos cuando el ariete manifestaba que como oponente del área deseaba ganar siempre que enfrentaba a México y cuando marcaba tantos a favor de su equipo.
El ariete finalizó su trayectoria como uno de los jugadores que marcó diferencia en los duelos ante México, carente de un futbolista de sus tamaños.
Animadversión hacia el gran “enemigo”
La rivalidad de los equipos nacionales de ambos países es fuerte, sin embargo en el ámbito profesional han habido casos de futbolistas que han colaborado juntos en beneficio de un club, como ocurrió años atrás con el delantero Clint Dempsey y el mediocampista Carlos Salcido, que coincidieron una etapa en el Fulham de la Premier League y llevaron una buena amistad.
Actualmente hay varios jugadores que juegan en el fútbol mexicano como Michael Orozco (Tijuana), Ventura Alvarado (América), Greg Garza (Atlas) y Joe Corona (Tijuana) que son parte del equipo estadounidense y llevan buenas relaciones en sus clubes con seleccionados tricolores como el arquero Moisés Muñoz o el mediocampista Javier Güémez (América).
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