¿Se compromete la paz en Colombia por ataque atribuido al ELN?
El ELN no se ha adjudicado todavía la acción.
Una caravana de civiles, custodiada por fuerzas de seguridad, se encontraba el lunes en una zona montañosa, de desfiladeros, un área de difícil acceso en la Sierra Nevada del Cocuy, 250 kilómetros al norte de Bogotá, capital de Colombia.
Transportaban dos urnas con 130 votos desde un resguardo indígena Uwa, donde se había votado el domingo en las que el gobierno consideró las elecciones menos violentas en décadas.
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De repente, un grupo de rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla más importante de Colombia, los emboscó, según la información oficial.
Al menos 11 soldados y un policía murieron en el ataque con explosivos y fusiles. Además, tres miembros de la fuerza pública fueron heridos y dos soldados fueron capturados por la guerrilla, confirmó el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
El ELN no se ha adjudicado todavía la acción. “Aún no hay una confirmación oficial de nuestras unidades sobre el hecho de ayer”, le dijeron a BBC Mundo desde la cuenta de Twitter del medio oficial del grupo, @ELN_RAMPAL.
Indicaron que “en próximos días saldrá un consolidado oficial del Frente de Guerra Oriental (que opera en la zona), en caso de que la acción haya sido realizada por nuestras unidades”.
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De confirmarse, este sería uno de los ataques más mortales en la historia del ELN. Según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, CERAC, éste es el evento con el mayor número de víctimas que causa el ELN a la fuerza pública en toda su historia en una sola acción.
Y ocurre en un contexto crucial para el inicio de posibles diálogos formales de paz.
Se esperaba que este miércoles se reunieran los negociadores del gobierno y de esa guerrilla para definir los últimos puntos que pudieran llevar a esa siguiente etapa.
¿Por qué ahora?
La acción de este lunes, además de otras cuatro atribuidas al ELN en los últimos tres días, podría comprometer esas tratativas.
Si las daña por completo, sus efectos podrían incluso teñir los acuerdos en los que desde hace tres años avanza el gobierno con la principal guerrilla del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de los que se espera que surja una firma de paz definitiva antes de abril de 2016.
En este marco en el que el país avanza hacia un fin del conflicto de más de 50 años, que ha dejado ya más de 220.000 muertos y más de 7 millones de víctimas, ¿por qué el ELN recrudece sus acciones militares?
Existen diversas interpretaciones, que no son excluyentes.
Por un lado, la idea de que el grupo guerrillero cree que antes de sentarse a negociar formalmente necesita mostrarse fuerte.
El ELN es la segunda guerrilla más importante del país.
Como si diera una respuesta a esa posibilidad, el presidente Juan Manuel Santos dijo el lunes: “Si el ELN cree que con estos actos va a ganar espacio político o fortalecerse en una eventual negociación, está totalmente equivocado. Es exactamente lo contrario”.
También para Ariel Ávila, Coordinador del Observatorio de la Fundación Paz y Reconciliación, los rebeldes se equivocan con esa estrategia. “El ELN no ha entendido que estamos en un tema de paz, que la sociedad ya no quiere la guerra”, le dijo a BBC Mundo.
Por otra parte, el ataque puede estar vinculado a un pugna interna del grupo guerrillero.
De acuerdo con las autoridades militares, la acción fue realizada por por el batallón “Héroes y Mártires”, que forma parte del Frente Oriental, el más fuerte del ELN, en el que se estima está el 70% de los cerca de 2.000 miembros que tiene el grupo guerrillero.
El comandante del Frente Oriental es Gustavo Aníbal Giraldo, alias “Pablito”, quien no forma parte del Comando Central del ELN (COCE), que es el que está coordinando los diálogos preliminares con el gobierno.
El frente que comanda “Pablito” controla el llamado ABC: los departamentos de Arauca, Boyacá y Casanare, zonas fronterizas a Venezuela, donde el ELN se financia mediante la extorsión, el contrabando y el narcotráfico, de acuerdo con fuentes militares.
Se cree que “Pablito”, entonces, intenta fortalecerse dentro de la estructura guerrillera con esta acción. No obstante, hay versiones que sugieren que alias “Pablito” está totalmente alineado con el COCE y no opera de forma independiente.
Colombia intenta avanzar hacia el fin de un conflicto de más de 50 años.
Finalmente, las acciones del ELN podrían tratarse de una respuesta al operativo de las fuerzas de seguridad hace menos de una semana, en el departamento de Bolívar (norte del país), en el que murieron nueve guerrilleros de ese grupo.
Conflicto encendido
Eso sospecha Andrei Gómez Suárez, investigador colombiano de la Universidad de Oxford, especialista en temas de conflicto y paz.
Ve allí un problema estructural en las relaciones gobierno-ELN: el hecho de que el conflicto entre esas partes no haya perdido fuerza, como sí ha sucedido con las FARC (según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, CERAC, el nivel de conflictividad entre esta guerrilla y el gobierno es el más bajo en 40 años).
La causa de eso para Gómez Suárez y otros analistas está en que el proceso con el ELN empezó tardíamente y siempre se ha visto como una suerte de negociación secundaria, lo que lleva a que el grupo guerrillero se vea subestimado y sienta la necesidad de mostrarse fuerte.
Pero el gobierno responde a fuerza con fuerza. Lo más probable es que estos días incremente los ataques sobre el grupo guerrillero, lo que podría generar una espiral de violencia bélica.
El presidente Santos ya ordenó al ministro de Defensa y a las Fuerzas Armadas “que redoblen los esfuerzos, (que) intensifiquen sus acciones militares contra esta organización”.
Como en Cauca
Hay quienes recuerdan -y ven semejanzas en- lo que ocurrió en abril, cuando las FARC lanzaron un ataque que dejó 11 militares muertos en el departamento del Cauca, y que puso freno al proceso de paz, al tiempo que se recrudecieron las acciones bélicas.
Pasado un tiempo las partes volvieron a dialogar y hoy las negociaciones entre las FARC y el gobierno están posiblemente en su momento de mayor fortaleza.
La gran diferencia es que los diálogos formales ya estaban avanzados con las FARC, pero ni siquiera han comenzado con el ELN.
No obstante, existe la esperanza de que ahora se de una secuencia de hechos similar: un incremento de los enfrentamientos, su progresiva disminución a medida que pasa el tiempo y, eventualmente, el anuncio del inicio de negociaciones formales.
Antes de este lunes, faltaba poco. El líder del ELN, Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino”, hizo recientemente una serie de apariciones en las que dijo que esa posibilidad estaba muy cerca. Lo confirmó hace unos diez días Rafael Correa, presidente de Ecuador, país donde se realizaron los encuentros preliminares entre las partes.
El líder del ELN, Nicolás Rodríguez, dijo recientemente que la posibilidad de diálogo estaba muy cerca.
Ahora, vuelven a aplazarse las negociaciones formales.
Para que se pueda llegar a ese punto, Andrei Gómez Suárez cree que hace falta que haya una reducción bilateral de la violencia, algo que con las FARC ocurrió mucho después de implantada la mesa de diálogo en La Habana, Cuba, pero que en este caso -según él- debe ocurrir antes.
Más aún, Gómez Suárez ve necesario acelerar los posibles acuerdos con el ELN, para “sincronizar” los procesos de paz de ambas guerrillas.
Que el ELN también firme el fin del conflicto con el gobierno Colombiano es fundamental para que la paz que parece estar por alcanzarse con las FARC sea sólida y sostenible.
Los hechos de estos días lo han demostrado.