Carolina del Norte: Protesta por ley antiinmigrante termina con arrestos
Seis activistas fueron arrestados durante una protesta contra la ley HB 318 que prohíbe matrículas y ciudades santuario
CHARLOTE, Carolina del Norte.- Cinco mujeres y un hombre fueron detenidos hoy en un acto de desobediencia civil de grupos proinmigrantes celebrado frente a la mansión del gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, para expresar su rechazo a ley HB 318 firmada ayer por el mandatario estatal republicano.
Las detenciones se hicieron en Raleigh, la capital del estado, en el curso de una protesta en la que se congregaron más de 200 personas para repudiar la nueva legislación que veta las ciudades santuario y prohíbe el reconocimiento de la matrícula consular mexicana y documentos consulares de otras nacionalidades como válidos en el estado.
En el acto de desobediencia civil, los detenidos bloquearon el ingreso a la residencia oficial de McCrory, quién sancionó la normativa que entró en vigencia ayer y que ha sido calificada por las organizaciones de defensa de derechos civiles y las instituciones latinas del estado como “la más antiinmigrante de años recientes”.
Entre los detenidos se encuentra Angeline Echeverría, directora ejecutiva de El Pueblo, la institución hispana más importante de Raleigh.
“El odio antiinmigrante no debería tener lugar en Carolina del Norte”, consignó Echeverría en un comunicado, obtenido por Efe, que fue distribuido antes de los arrestos.
David Salazar, un contratista que ha vivido durante treinta años en el estado, que también fue arrestado, dijo en el mismo escrito, “este es solo el comienzo, el progreso en los derechos civiles no parará por personajes como el representante George Cleveland o el gobernador McCrory”.
Cleveland fue el autor principal de la HB 318, que también veta la expedición de identificaciones municipales y amplía el programa E-Verify, que verifica el estatus migratorio de los solicitantes de empleo.
La nueva normativa afecta a personas como Carmen Rodríguez, una madre indocumentada de tres menores ciudadanos que formó parte del grupo de detenidos.
“Los inmigrantes estamos despertando y le estamos perdiendo el miedo a alzar nuestras voces para confrontar el racimo cara a cara”, expresó la mujer que ha residido en Raleigh en los últimos diez años.
En Carolina del Norte están radicados unos 350.000 indocumentados que necesitan estar en posesión de identificación para no tener problemas con las autoridades policiales. Además, desde mediados de la década pasada se prohibió la emisión de licencias de conducir para los que carecen de estatus migratorio.
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Por su parte, la oficina de McCrory se refirió al Acta de Protección de los Trabajadores de Carolina del Norte (HB 318), como una normativa que facilita el trabajo de las agencias de la ley.
“Los oficiales de seguridad deben tener la flexibilidad y las herramientas para investigar crímenes y las políticas de las ciudades santuario privan a los policías de esas herramientas”, señaló en un comunicado la oficina de McCrory.
En una entrevista con la estación de televisión WRAL de Raleigh, McCrory afirmó que los agentes policiales locales están obligados a aplicar las leyes de inmigración porque juraron hacer cumplir las leyes del país.
Durante la manifestación de hoy, los opositores a la decisión de McCrory gritaron “Stop the hate, We make America great” (Paren el odio, nosotros hacemos grande a América), consigna escrita en una pancarta que fue extendida en la superficie de la calle donde se realizaron los arrestos.
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