Miles de trabajadores de comida rápida participan en protestas y huelgas para exigir aumento a salario mínimo
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WASHINGTON, D.C. – A un año de los comicios presidenciales, miles de trabajadores de comida rápida realizaron este martes una serie de protestas y una huelga nacional para exigir un aumento al salario mínimo a $15 la hora, y la protección de sus derechos a formar sindicatos.
Las protestas, programadas bajo el lema “Fight For $15” en unas 500 ciudades de costa a costa –incluyendo huelgas en 270-, forman parte de una extensa campaña nacional para hacer sentir el peso político de los aproximadamente 64 millones de empleados con bajos salarios en Estados Unidos.
“Este movimiento está enviando a los políticos y corporaciones un mensaje sencillo: queremos una economía que funcione para todos no solo para unos cuantos, y una democracia donde los trabajadores tengan voz. Lo estamos haciendo un año antes de las elecciones para movilizar a nuestros vecinos y nuestras familias para elegir a líderes en todos los niveles del gobierno que promuevan la creación de empleos y mejores salarios”, explicó a este diario Rocío Saenz, vicepresidenta ejecutiva del Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicios (SEIU, en inglés).
“El 42% de los trabajadores gana menos de $15 la hora, la mayoría de ellos latinos y afroamericanos que ganan salarios de pobreza y tienen que sostener más de un empleo para poder vivir. Es un asunto que afecta mucho a los latinos y con esta campaña queremos producir cambios que les beneficien”, enfatizó Saenz.
Reclamos laborales
Para los organizadores y activistas, la huelga nacional y las protestas están más que justificadas, tomando en cuenta la creciente desigualdad salarial en EEUU y que se perfila como un tema de la contienda electoral.
De hecho, la organización “Fight For $15” ha difundido una plataforma de cinco puntos que incluye: un aumento a $15 la hora y derecho a formar sindicatos; cuidado infantil a precio asequible; cuidado de calidad a largo plazo; justicia racial y una reforma migratoria.
En los próximos doce meses, los trabajadores recaudarán firmas de los cerca de 64 millones de trabajadores que ganan menos de $15 la hora, con el objetivo de mantener la presión política sobre el asunto.
En la actualidad, el salario mínimo federal es de $7,25 la hora –en muchas ciudades y municipios es mayor que el federal-, pero varias medidas para aumentarlo se encuentran estancadas en el Congreso.
En la ciudad de Nueva York, donde los trabajadores de comida rápida verán un aumento del salario mínimo a $15 la hora para 2018, el alcalde demócrata, Bill de Blasio, advirtió durante un mitin que EEUU “no puede ser lo que se supone si la gente no gana un salario decente”.
El gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo, ha prometido que firmará una orden ejecutiva para elevar a $15 la hora el salario mínimo para unos 10,000 trabajadores públicos, en lo que sería el primer estado de la nación en aumentarlo para un vasto número de empleados estatales.
Mientras, en Chicago, un centenar de manifestantes bloqueó los carriles de entrada a un McDonald´s, gritando consignas y rimas a favor de un cheque digno.
Las protestas ya comenzaron a surtir efecto: en Pittsburgh (Pensilvania), el alcalde Bill Peduto anunció ante un grupo de huelguistas que firmará una orden ejecutiva para aumentar el salario a $15 la hora para trabajadores municipales y aquellos bajo contrato municipal.
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Respuesta desde la contienda electoral
Las protestas, incluyendo una programada afuera del edificio que acogerá en Milwaukee (Wisconsin) otro debate presidencial republicano, llegaron a oidos de algunos de los precandidatos presidenciales demócratas.
La exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, que apoya un aumento del salario mínimo a $12 la hora, dijo en Twitter que el activismo de los trabajadores de comida rápida y los que cuidan de niños o trabajan en cuidado a domicilio “está cambiando el país a mejor”.