Los 20 más ricos tienen más plata que 152 millones de personas en EEUU
La extrema desigualdad es un campo minado para la cohesión social y económica
Las cifras de la desigualdad revelan un mundo de extremos dignos de novelas de ciencia ficción. Pero no, no es ficción. Es una realidad muy dura que lo es aún más para las minorías del país, según ha verificado el Institute for Policy Studies (IPS) en su estudio Bonanza de Multimillonarios. Uno de los puntos que más llaman la atención de este informe es que las 20 personas más ricas de EEUU, un grupo que cabe en un avión privado, tienen más patrimonio (activos menos deudas) que 152 millones de personas que viven en 57 millones de hogares en el país.
Unos son los súper súper ricos con un patrimonio total valorado en $732.100 millones y los otros son la mitad de la población con el porcentaje de ingresos más bajos. Hay que recordar que en EEUU viven unos 320 millones de personas. Entre los más ricos, y según la lista elaborada por este Instituto — basada en los ranking de Forbes–, están los fundadores de ocho grandes corporaciones como Bill Gates (cofundador de Microsoft), Larry Ellison (Oracle), Jeff Bezos (Amazon), Marck Zuckerberg (Facebook), Michael Bloomberg (Bloomberg), Larry Page y Sergei Brin (Google) y Phil Knight (Nike).
También hay herederos de adineradas y empresariales familias como los hermanos Koch, parte de la familia Walton (Walmart) y de la familia Mars además de inversionistas como Warren Buffet y Feorge Soros. El dueño de casinos Sheldon Adelson también está en la lista.
Según los cálculos del informe de IPS, los 100 más ricos del ranking de Forbes 400 tienen tanto patrimonio como toda la población afroamericana y solo dos personas en el total del ranking son de esta raza, Oprah Winfrey y el inversionista Robert Smith. Y ¿Cómo se compara con la situación en el caso de los latinos?. Las 186 personas más ricas de la lista de Forbes 400 tienen tanto dinero como toda la población latina y solo hay cinco miembros de esta minoría en el ranking total. Se trata del empresario de bienes raíces Jorge Pérez, el empresario deportivo Roberto Moreno y tres miembros de la familia Santo Domingo.
Los miembros del ranking de Forbes 400 tienen $2.34 billones de dólares es decir, más que el 61% de la población que forma la base de la pirámide de ingresos, es decir 194 millones de personas.
Las cifras evidencian la fragilidad y la erosión de la clase media y especialmente entre los miembros de las minorías negras y latinas. Como promedio, un hogar blanco tiene un patrimonio de $141,900 cuando en uno afroamericano la cifra cae a $11,000 y en un latino se queda en $13,000. Es algo que expone cómo las familias de estas minorías sufrieron más que nadie la crisis generada por las hipotecas subprime, al tener mucho de su dinero invertido en sus casas. Además fueron los que antes se quedaron sin trabajos durante la Gran Recesión y sin red familiar por falta de patrimonio heredado.
Quienes tienen acciones y no solo casas, son los que más rápidamente se han recuperado de la crisis porque los mercados llevan años con fuertes alzas. Según el informe del IPS, publicado el miércoles, aunque el 1% más adinerado también perdió mucho dinero durante la crisis y las caídas de los mercados, sus fortunas se han recuperado con la fuerte subida de las Bolsas.
Para los autores de este estudio, Chuck Collins y Josh Hoxie, la desigualdad es muy importante porque “corroe el sistema democrático y la confianza pública“. Las conclusiones de estos dos academicos es que una desigualdad tan pronunciada priva de los derechos políticos ya que los que donan más dinero ganan más voz en los procesos electorales. En las elecciones presidenciales de 2016 solo 158 personas fueron responsables de la mitad de las contribuciones de campaña.
Además, la falta de cohesión social juega en contra de la salud pública porque en las comunidades más débiles hay enfermedades como el asma, la obesidad, discapacidades mentales que son más prevalentes porque los estándares de vida son más frágiles. Los autores de este estudio apuntan también que las desigualdades extremas rompen las comunidades y crean divisiones sociales. “Los ricos y el resto viven en universos paralelos y están más polarizados por clase y raza“.
Finalmente esta situación contribuye a una mayor inestabilidad económica y política además de hacer pedazos los principios de igualdad y oportunidad.
Las soluciones, según Collins y Hoxie pasan por una mejor red social y mejoras económicas para los trabajadores, un mayor énfasis en políticas fiscales más justas con una tributación progresiva que equipare la ganancias de capital a las del trabajo por ejemplo, cierre agujeros fiscales arpovechados por los adinerados y se acaben los paraísos fiscales entre otras medidas.