Llegada de los Rams a Los Ángeles se convierte en un negocio espectacular

La mudanza impacta el valor económico de la franquicia y el corazón de los aficionados, incluso cruzando varias generaciones

Stan Kroenke (izq.), dueño de los Rams, también es propietario del venerado Arsenal de Londres. Aquí aparece en mayo pasado previo a la final de la Copa FA.

Stan Kroenke (izq.), dueño de los Rams, también es propietario del venerado Arsenal de Londres. Aquí aparece en mayo pasado previo a la final de la Copa FA. Crédito: Getty Images

La llegada de los Rams a los Ángeles, después de pasar 21 años en San Luis, es un brillante golpe de negocios por parte del dueño de la franquicia, Stan Kroenke.

De acuerdo con la revista Forbes, en tan solo un día la franquicia de los Rams pasó de un valor estimado de $930 millones a uno que podría estimarse en 3,600 millones.

“Sin temor a equivocarme, esta es la mejor maniobra de negocios en el mundo del deporte que me haya tocado ver”, dice Mark Conrad, el director del departamento de negocios deportivos en la Escuela de Negocios Gabelli, de la Universidad de Fordham en Nueva York.

“Los grandes ganadores fueron los Rams y la NFL siguió el camino del dinero, esa es la mejor manera de resumir lo que pasó”, apunta el experto, quien dice que el potencial de los Rams es extraordinario, aunque advierte que su éxito no está garantizado.

“Hay riesgos que el equipo debe considerar. En primer lugar, el proyecto del estadio es muy costoso y podría elevarse aún más si tomamos en cuenta que pueden existir variaciones en los costos de construcción, especialmente en los precios a futuro del concreto (cemento).

“Otro riesgo es que el estadio no traiga la cantidad de gente esperado en una ciudad donde el mercado del entretenimiento es muy fuerte. El otro riesgo que hay que considerar es que Los Ángeles no tiene historial de ser una ciudad que apoye a sus equipos de futbol americano profesional”, explica Conrad.

El experto también cree que Chargers o Raiders deben pensar bien si les conviene quedarse en sus respectivos mercados o tratar de mudarse a Los Ángeles como inquilinos del estadio de Inglewood.

“Si cualquiera de estos dos equipos llegan como copropietarios del estadio estarían en una buena posición de tener éxito, pero si van a llegar solamente como inquilinos para rentar el estadio los días de juego, sería una situación muy arriesgada para ellos”, establece Conrad.

Hombre poderoso de los deportes

La victoria del martes de los Rams, cuya propuesta para mudarse de San Luis a Los Ángeles, se explica fácilmente por el dinero puesto en la mesa por el dueño del equipo y los potenciales ingresos para la NFL y el mercado del sur de California.

Stan Kroenke no sólo es un millonario; es uno de los empresarios más acaudalados del país. Su determinación de financiar por sí mismo el que se espera sea el mejor estadio de Estados Unidos, fue clave.

El dueño de los Rams, segundo de mayor fortuna neta entre los 32 dueños de la NFL solamente debajo del cofundador de Microsoft, Paul Allen (Seahawks), es uno de los hombres más poderosos de los deportes.

Además de su franquicia en la NFL, es propietario del legendario Arsenal de la Premier League, de los Nuggets de Denver de la NBA, del Colorado Avalanche (NHL) y el Colorado Rapids (MLS).

Amor de padres e hijos por los Rams

Tony Hernández tenía 17 años de edad cuando en 1994 los Rams anunciaron que se marchaban de los Ángeles rumbo a San Luis.

“Cuando escuché la noticia, abracé a mi padre y me puse a llorar inconsolablemente”, recuerda.

El martes, la historia se repitió, pero con un interesante giro generacional de por medio.

“Cuando escuché que los Rams regresaban a Los Ángeles, abracé a mi hijo de 17 años de edad y comencé a llorar inconsolablemente”, explica Hernández.

“Somos una familia que vive y muere por los Rams, ahora yo tendré la misma oportunidad que tuvo mi padre de llevarme a los juegos de los Rams. Es increíble que ahora sea yo quien lleve a mi hijo a ver a los Rams”, comenta el hombre de 37 años de edad.

La pasión que TonyHernández siente por los Rams le hizo integrarse a “Bring Back The LA Rams”, un grupo de aficionados que se formó hace cinco años para impulsar el retorno de la franquicia a Los Ángeles.

“Nunca creí que vería a los Rams de regreso, mi hijo es la cuarta generación en mi familia que ha crecido viendo y escuchando historias de los Rams. Siento que todo esto es un sueño”, comparte.

Los Rams jugarán provisionalmente en el Memorial Coliseum y en 2019 se mudarán al moderno estadio que construirán en Inglewood.

La nueva casa de los Rams será un impresionante complejo deportivo con un costo estimado en cerca de 2,000 millones de dólares, pero para Tony hay un elemento más importante que un bello inmueble para asegurar el éxito de la franquicia en LA.

“Ganar, tenemos que ser un equipo ganador”, apunta el aficionado. “Después de que la emoción y el resplandor del nuevo estadio haya desaparecido, el equipo deberá ser un ganador porque en la ciudad de Los Ángeles hay demasiada competencia por el dinero que la gente puede gastar en entretenimiento”.

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