Enlace: El 2016 da una opción clara para los latinos
Esta contienda ha sido, de lejos, una de las más interesantes de los últimos tiempos
Si algo ha probado la actual contienda por la presidencia de Estados Unidos es que puede ocurrir lo inimaginable.
¿Quién hubiera pensado hace sólo unos meses, por ejemplo, que Donald Trump iba a llegar como puntero a las asambleas populares de Iowa? Contra todos los pronósticos, que anticipaban que la campaña del multimillonario no sobreviviría una vez que se efectuaran los primeros debates, no sólo se ha mantenido sino que ha cobrado una fuerza inusitada.
Más sorpresivo aún es que el ascenso de Trump se ha dado en medio del rechazo abierto de la élite republicana. Esta no sólo lo considera charlatán y demagogo sino un oportunista que no tiene idea de lo que significa ser un verdadero republicano. De ganar la nominación, advierten, sería catastrófico para el partido.
Pero tal parece que entre más lo atacan los líderes republicanos, más se afianza el magnate de Nueva York quien, con un lenguaje divisivo y soez ha sabido canalizar el hartazgo de millones de ciudadanos hacia los políticos tradicionales.
Del lado demócrata no han faltado las sorpresas. Cuando casi todo el mundo daba por segura la nominación de Hillary Clinton, el senador Bernie Sanders ha empezado a pisarle los talones. Aunque Clinton tiene una amplia base de seguidores entre las mujeres y las personas de la tercera edad, el septuagenario Sanders ha logrado atraer a una multitud de jóvenes.
El discurso progresista del senador de Vermont, quien tiene más de 25 años en la política, ha tenido gran eco porque propone un verdadero cambio en el país, sobre todo para terminar con los privilegios de los multimillonarios.
En estas condiciones, no es imposible imaginar un escenario en el que se enfrenten Trump y Sanders.
Para agregarle un poco más de sal y pimienta a la lucha por la presidencia, el también multimillonario Michael Bloomberg acaba de anunciar que considera lanzar su candidatura de manera independiente.
Pero mientras eso ocurre, los votantes tienen dos opciones claras. Del lado republicano, los candidatos punteros encabezados por Trump y Cruz ofrecen engrandecer el país tanto en lo económico como en lo militar con un discurso aguerrido y excluyente en el que no tienen cabida las minorías. Los demócratas, por su parte, proponen un gobierno que le dará prioridad a la diplomacia en lo internacional y que internamente abogará por los derechos de las clases media y trabajadora.
Aunque puede haber más sorpresas en el camino, hasta ahora podemos afirmar dos cosas con certeza: En primer lugar, que esta contienda ha sido, de lejos, una de las más interesantes de los últimos tiempos. Y en segundo, que la alternativa de voto para la mayoría de los latinos está más clara que nunca.