papa Francisco escucha historia de voluntarios de Topo Chico
Una pareja de divorciados realizan labor voluntaria desde hace varios años en el penal, en donde han sido testigos de las carencias e injusticias que hay en el lugar
El papa Francisco escuchó el testimonio de una pareja de divorciados que se volvieron a casar y que al no poder acceder a los sacramentos, dicen hallar la comunión en el trabajo voluntario en la guardería del penal mexicano de Topo Chico, donde un motín dejó 49 muertos la semana pasada.
El papa Francisco escuchó varios testimonios en el estadio “Víctor Manuel Reyna”, de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, entre ellos el de Humberto Gómez, quien habló de su matrimonio con Claudia Castillo.
La pareja proveniente de la Arquidiócesis de Monterrey, Nuevo León, está formada por dos divorciados por lo que la Iglesia no permite que reciban los sacramentos, entre ellos la comunión.
LEE MÁS: Piden a papa Francisco que hable de migración en muro fronterizo.
Humberto dijo tener 16 años de casado con Claudia por lo civil, así como tres hijos de ella y uno de ambos, de 11 años de edad.
“No podemos acceder a la eucaristía, pero podemos comulgar a través del hermano necesitado, del hermano enfermo, del hermano privado de su libertad. Buscamos la manera de transmitir el amor de Dios”, expuso.
Refirió que “Claudia se integró como coordinadora de voluntarias para la guardería que está dentro del penal de Topo Chico“, y añadió: “Conocimos las necesidades de los internos que están dentro de la clínica de rehabilitación de hombres. Decidimos acompañarlos”.
“Es maravilloso tener un matrimonio y familia donde el centro es Dios”, dijo, y luego, ambos se fundieron un abrazo con el pontífice.
Un motín de reos ocurrido la madrugada del jueves pasado en la cárcel de Topo Chico, en la zona metropolitana de Monterrey, dejó 49 muertos y 12 heridos.
LEE MÁS: Lo que está detrás de mortal riña en Topo Chico.
Un día después, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hizo hincapié en la atención que deben recibir las mujeres internas en el penal, así como de sus hijos que habitan en la prisión con ellas.
A su vez, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió que se realice una investigación “imparcial y exhaustiva” sobre el motín y que se garanticen los derechos de las familias.