El misterio de miles de mujeres aborígenes muertas o desaparecidas en Canadá
Más de 4.000 mujeres y niñas han desaparecido o han sido asesinadas en Canadá desde 1980. La mayor parte son aborígenes. El gobierno del primer ministro Justin Trudeau ha ordenado una investigación
Se cuentan por miles. Son mujeres y niñas aborígenes que han desaparecido o han sido asesinadas en Canadá desde 1980 y cuyo destino quiere ahora esclarecer el gobierno del nuevo primer ministro Justin Trudeau.
Un informe de la Real Policía Montada de Canadá divulgado en 2014 estimaba en 1.200 el número de víctimas, pero -según afirmó la ministra de Asuntos Indígenas, Carolyn Bennett- “la tragedia es mucho más grande”.
La cifra de víctimas podría superar las 4.000, según indicó la ministra de la Mujer, Patty Hajdu, sobre la base de un informe de la Asociación Canadiense de Mujeres Aborígenes.
Bennett acusó a la policía de no haber investigado suficientemente miles de casos que de acuerdo con los familiares de las víctimas fueron clasificados erróneamente como suicidios, muertes accidentales o muertes por causas naturales.
La mayor parte de las víctimas son residentes de Winnipeg, la ciudad con la población indígena más grande en Canadá, según reveló la BBC en una investigación que publicó sobre este tema en abril de 2015.
Según ese trabajo, decenas de mujeres aborígenes desaparecen cada año y muchas de ellas aparecen luego muertas en un río de la localidad.
La promesa de investigar
Durante la campaña electoral del año pasado, el actual primer ministro Justin Trudeau se comprometió a investigar esta situación.
Trudeau prometió a los jefes de las tribus aborígenes de Canadá que esta situación sería tratada con la máxima prioridad por parte de su gobierno.
Como un primer paso, se estableció una comisión en la que participan las ministras Hajdu y Bennet, quienes han estado conversando con sobrevivientes y con familiares de las víctimas en todo el país.
Víctimas fáciles
Según la investigación publicada por la BBC, en Canadá existe la creencia generalizada de que las indígenas son víctimas principalmente de miembros de su comunidad.
Según datos de la Real Policía Montada, más del 60% de las aborígenes asesinadas murieron a manos de maridos, familiares o amigos cercanos.
Sin embargo, hay aún un 40% de casos de muerte causada por extraños o conocidos casuales, un término que a menudo se usa para describir la relación entre trabajadoras sexuales y clientes.
En esos casos, puede resultar fundamental la vulnerabilidad de las víctimas.
De acuerdo con la investigación de la BBC, las aborígenes tienen una posibilidad cuatro veces mayor a ser asesinadas o desaparecer que otras mujeres canadienses.
El asesino en serie Shawn Lamb, condenado en Winnipeg en 2013 por asesinar a dos mujeres aborígenes, dijo que estas eran “las víctimas perfectas”, pues a nadie parecía importarle si desaparecían.