Cuba: El ejemplo nefasto de Obama
El Presidente quiere hacer lo que Richard Nixon hizo con China cuando era presidente. Pero las diferencias son muchas
Por primera vez en más de medio siglo de periodista me siento frente a un teclado y no sé que decir.
Hace días que la noticia que el Presidente Barack Obama iba a ir a Cuba en marzo de este año está dando vueltas por todos los medios sociales. Nadie la confirmaba, pero nadie la negaba.
A veces los políticos hacen ese tipo de cosas para medir el efecto puede tener algo que están pensando hacer o decir. A eso los periodistas le llamamos “un globo”.
La realidad es que nadie respondió a los rumores que Obama iba a Cuba a darle la mano al asesino Raúl Castro y a fortalecer las relaciones entre los dos países.
A Obama poco le ha importado que después de reanudar relaciones diplomáticas con Cuba, el número de cubanos detenidos, golpeados y perseguidos por las fuerzas represivas del régimen se ha duplicado en el ultimo año.
A él poco le importa la vida de estos cubanos – muchos de los cuales tienen la piel de su mismo color. Eso no importa. Obama cree que como dicen los que protestan en las calles de Estados Unidos: “Black livesmatter” (la vida de los negros tiene importancia).
Por lo visto eso solo es válido para los afroamericanos. A los afrocubanos que les parta un rayo. A Obama no le importan para nada.
Con los años uno se olvida de las cosas. Y al leer que Obama iba a Cuba me acordé de todos sus amigos en Chicago.
Aquellos como el Reverendo Jeremiah Wright para los cual los Estados Unidos es un país genocida que bombardea a ciudades enteras – tales como Hiroshima y Nagasaki. Según el reverendo Wright, Estados Unidos que apoya el terrorismo de estado contra los palestinos y (los negros) en Africa del Sur. Dijo que lo que había ocurrido en las Torres Gemelas en Nueva York el 11 de septiembre de 2001 era poca cosa en comparación con los crímenes cometidos por Estados Unidos.
Este era el reverendo a cargo del Trinity United Church of Crist, iglesia donde Obama iba y oía sus sermones revolucionarios domingo tras domingo.
Durante años Obama oyó las prédicas de su amigo el Reverendo Wright. Fueron muchos años hasta que cuando Obama comenzó a tener aspiraciones políticas renunció a la iglesia del Reverendo Wright y dijo que le entristecía el discurso incendiario del que hasta entonces había sido su amigo y guía espiritual.
Han pasado muchos años. Aprendimos estas cosas cuando Obama fue candidato a la presidencia de Estados Unidos. Las oímos y muchos las olvidamos.
Pero el jueves fue lo primero que pensé cuando leí que todos esos rumores de que el Presidente Obama iba a Cuba nuevamente en busca de acercar más a los dos países.
Admito que me dio mucha tristeza ver que al Presidente Obama poco le importa la vida y los derechos humanos de los disidentes en Cuba. El va a buscar la forma – si Raúl se lo permite – de encontrarse con alguno de ellos, darles la mano y decirles lo que siente que sean perseguidos por el régimen.
Pero después va a tomarse un mojito en el Floridita para recordar al gran novelista Ernest Hemingway. Lo llevarán a todos los lugares preciosos que hay en La Habana y por supuesto que no van a pasar ni cerca de las mansiones que hoy son solares debido al descuido del gobierno.
El ejemplo que da Obama es nefasto. Por décadas se dijo que Estados Unidos siempre apoyaba a los dictadores de derecha. Fueron décadas tristes en las cuales los presidentes Americanos eran aliados de Anastasio Somoza, Fulgencio Batista, Rafael Leónidas Trujillo, y muchos otros de la misma calaña.
Esos tiempos ya pasaron. Después por algunos años, Estados Unidos apoyó y respaldaba a los gobiernos democráticos de la región. Pero esos tiempos también ya pasaron.
Hoy el presidente Obama no puede resistir su deseo que Cuba y Estados Unidos vuelvan a ser naciones amigas con relaciones estrechas. Admira mucho de lo que han hecho los Castro en los casi 57 años que llevan en el poder.
El Presidente quiere hacer el Cuba lo que Richard Nixon hizo con China cuando era presidente. Pero las diferencias son muchas. China tiene más de mil millones de personas, permite que algunos se hagan millonarios y permite negocios que no tengan nada que ver con el gobierno.
En Cuba hay 11 millones de personas que ganan como promedio $20 al mes. En Cuba no hay un gran mercado para los productos americanos. En Cuba sólo se puede hacer negocios con el gobierno y con empresas estatales que tienen como jefes hijos y yernos de los Castro.
Le deseo mucha suerte al Presidente Obama en su viaje. Ojalá que todo le salga bien en sus negociaciones con Raúl Castro, quien en el año 1958 fusilara a sus enemigos.