Madre alega que la caída de su hijo en la escuela afectó su vista

Una inmigrante de Oaxaca afirma que su niño es víctima del desaseo de un plantel de Los Ángeles

Juana Ortiz y su hijo Justin Rosales.

Juana Ortiz y su hijo Justin Rosales. Crédito: Suministrada

Debajo de un par de gruesos anteojos está la sonrisa pícara de Justin Rosales, de seis años. Sin embargo, hace unos meses esas gafas no eran esenciales para este niño.

Juana Ortiz, la madre del menor, alega que un fuerte golpe en la cabeza, tras una caída en el baño de su antigua escuela, la primaria Hobart Boulevard en Koreatown, le habría afectado su visión.

“Él no mira sin los lentes”, asegura Ortiz, una migrante de Oaxaca. “Siento impotencia y coraje”.

Según reportes médicos y una queja que Ortiz sometió a funcionarios del Distrito Escolar de Los Ángeles (LAUSD), el niño resbaló y se golpeó la cabeza en el sanitario de dicha primaria el 13 de agosto de 2014, debido a que había “demasiada” agua en el piso.

Luego de este percance, Rosales, quien entonces tenía cuatro años, estuvo bajo cuidado neurológico.

“No fue un accidente, fue negligencia”, indicó Ortiz, que por más de dos años fue voluntaria en la primaria Hobart Boulevard y – según ella – las condiciones de los baños de ese plantel solían ser pésimas.

Juana Ortiz y su hijo Justin Rosales
Juana Ortiz y su hijo Justin Rosales.

Un informe del Departamento de Neurología de Kaiser Permanente, que atendió al menor, sugiere a la madre “revisar los estándares de seguridad y supervisión en la escuela” para evitar otra caída.

El LAUSD no dio una respuesta específica sobre esta queja.

“No tenemos ninguna información en este momento”, indicó su vocera Mónica Carazo.

Según Ortiz, el LAUSD ha tratado de deslindarse de este incidente al no avisarle inmediatamente de la caída de su hijo, ni hacerse cargo de su atención médica. Ella cree que la escuela debió trasladarlo a un hospital para una revisión médica pero no lo hizo. La mujer llevó al niño a una clínica de Kaiser.

Ortiz también afirma que su hijo fue cambiado de escuela (ahora es alumno de la primaria Mariposa-Nabi) en represalia a que denunció la manera en que se trató este accidente.

“Desde que me quejé una de las empleadas de la escuela me dijo que mejor me callara porque no aceptarían a mi hijo el próximo año”, contó ella. “Nos discriminaron”, agregó.

Las gafas de Justin se rompieron hace unos días y su madre lamenta no tener dinero  para repararlas. Ortiz reclama que el LAUSD no ofreció pagar los anteojos para su hijo.

“Pido que se hagan cargo de los gastos de mi hijo y que revisen si hay secuelas, que sí las hay porque si la maestra apaga la luz en el salón, él no mira”, mencionó la madre.

Sin los gruesos anteojos, dice ella, al menor le es imposible leer un libro.

Foto tomada por la señora Ortiz supuestamente a un inodoro de la escuela Hobart Boulevard
Foto tomada por la señora Ortiz supuestamente a un inodoro de la escuela Hobart Boulevard.

Ortiz envió a esta redacción distintas fotografías que muestran las presuntas condiciones insalubres de un baño de la primaria Hobart Boulevard. Otra de sus peticiones es que haya más aseo en los sanitarios del plantel, para evitar que otros estudiantes se lastimen.

“A mi hijo le afectó el golpe por culpa de que los baños están sucios”, dijo la madre.

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