Trump es fruto de los republicanos
Hoy el "establishment" partidario quiere desesperadamente controlar a la bestia y tumbar al jinete, pero parece ser muy tarde
Por los últimos siete años el Partido Republicano ha estado alimentando a una bestia de múltiples cabezas. Esta bestia que representa el obstruccionismo, la xenofobía, la intolerancia, el miedo, la demagogia, la intimidación, el divisionismo, el fanatismo religioso, el racismo, la ira social, etc. Todo esto ha sido consistentemente alimentada por el “establishment” del partido, es decir, por los políticos y líderes republicanos.
Por los últimos siete años, los políticos republicanos han soltado ideas como aquellas de que Obama no es estadounidense, que secretamente es un musulmán que pretende imponer la Ley Sharia en los Estados Unidos, o que pretende desarmar a los estadounidenses. Por los últimos siete años, los políticos republicanos han combatido cualquier iniciativa de Ley apoyada por Obama.
Por los últimos 7 años, los políticos republicanos han promovido el odio en contra del inmigrante, los musulmanes, las mujeres, los homosexuales, etc.
Ahora esta bestia de múltiples cabezas se les ha escapado del corral y ha encontrado un jinete que se ha montado en ella y la domina y la controla a su antojo.
Ese jinete Se llama Donald Trump, y la bestia en referencia, es un segmento de la población estadounidense que se encuentra lleno de ira, de odio, de revancha.
Hoy el “establishment” republicano quiere desesperadamente controlar a la bestia y tumbar al jinete, pero parece ser muy tarde. Pareciera ser que este falso profeta, este demagogo, que probablemente es el mayor charlatán en la historia política de Los Estados Unidos, no va a detener su galope.
La gran duda es a quien lleva este farsante sin ninguna calificación para ser presidente, a todo galope hacia el despeñadero.
Si la Piedad divina nos acompaña, Donald Trump terminará junto con el Partido Republicano en el fondo de la cañada. Si se da una mala jugada del destino, este hombre llevará a todo un país al caos total. En estos días se riega mucha tinta analizando las opciones de un Partido Republicano desesperado por detener la carrera de la bestia que ellos mismos crearon.
Se habla de una campaña masiva de los líderes más representativos del partido en contra de Trump, que debe comenzar ya. Se habla de dejarlo llegar a la convención republicana y ahí utilizar una acción “nuclear” para desbancarlo de la nominación. No pocos creen que hay que dejarlo ganar la primaria y luego alinearse con la oposición para que sea derrotado. Al fin y al cabo es preferible perder la presidencia por cuatro años más, a que se pierda el país para siempre. En la política como en la guerra, muchas veces es preferible retirarse, reagruparse y volver al ataque.
Por ahora los líderes republicanos se rascan la cabeza. Nada parece funcionar en el intento de detener a la bestia y su jinete.