CIDH pide a Honduras proteger activista mexicano y familia de Berta Cáceres
La activista índigena fue asesinada la semana pasada en su domicilio
Washington . La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió hoy a Honduras medidas cautelares para proteger a la familia de Berta Cáceres, la líder indígena hondureña asesinada el pasado jueves, así como para Gustavo Castro, el activista mexicano que la acompañaba.
La comisión solicita también protección para los miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) por considerar que se encuentran “en una situación de riesgo” por su labor como defensores de derechos humanos, según explicó hoy el organismo en un comunicado.
Cáceres, líder y cofundadora de Copinh, fue asesinada el pasado jueves en su casa en La Esperanza (Honduras), al parecer por dos hombres que portaban armas de fuego, según la información preliminar que ha trascendido.
La líder indígena gozaba desde 2009 de medidas cautelares de protección solicitadas por la CIDH, aunque autoridades de Honduras dijeron el pasado jueves que la activista en principio había aceptado dicha seguridad pero luego pidió que fuera suspendida, algo que su familia ha desmentido.
La comisión, órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), se refiere en su nota también a la situación del director de la asociación Otros Mundos Chiapas, el mexicano Gustavo Castro, que resultó herido durante el asesinato de Cáceres.
“Tomando en cuenta la información presentada que indica que Gustavo Castro ha decidido salir del país para salvaguardar su seguridad, la CIDH considera necesario que el Estado tome todas las medidas necesarias para asegurar su seguridad durante todo el proceso para preparar y completar su salida”, considera la comisión.
Un juzgado hondureño prohibió este sábado a Castro su salida del país para que pueda declarar en Honduras como “única persona” que acompañaba a Cáceres en el momento de su muerte.
El crimen de la líder indígena ha conmocionado a la sociedad hondureña, que de nuevo exige el cese de la violencia que a diario se cobra la vida de 13 personas en el país, según datos de las autoridades locales.