¿A quién afecta la suspensión de llamadas internacionales en Venezuela?
Desde esta semana, los venezolanos no podrán hacer llamadas internacionales con sus celulares
Maryclen Rodríguez ya no va poder llamar a su hija, Ivet, que como muchos venezolanos se fue recientemente a probar suerte en el exterior.
Rodríguez, una caraqueña de 68 años, no tiene teléfono inteligente ni le gusta chatear, así que suele llamar a Ivet, que está en Ecuador, desde su celular local, con una tarjeta prepagada de llamadas internacionales.
Pero esas tarjetas dejarán de funcionar esta semana, después de que las dos principales proveedoras del país, Digitel y Movistar, anunciaron la suspensión de sus servicios de llamadas internacionales.
Y las tarjetas, que se venden en cada quiosco de las calles venezolanas, funcionan gracias a diferentes acuerdos que tienen con las grandes empresas de telefonía.
“Tendré que aprender a usar las llamadas por internet”, le dice Rodríguez, resignada, a BBC Mundo.
Digitel y Movistar anunciaron el recorte del servicio de roaming y de llamadas internacionales “por problemas relacionados al control de cambio”, que desde hace 13 años le da al gobierno exclusividad en la asignación de divisas.
Y los mayores afectados por la medida serán aquellos que, como Maryclen, tienen familiares en el exterior.
Control de cambio
“Las empresas de telecomunicaciones, que tienen la soga al cuello desde hace varios años, están sacrificando servicios que solo afectan a una minoría”, le dice a BBC Mundo William Peña, experto en telecomunicaciones venezolana.
El también editor de la revista PCWorld en español dice que las empresas y multinacionales que operan en Venezuela “se las arreglan” para comunicarse con el exterior a través de internet.
“Pero quienes no están familiarizados con estas tecnologías se verán afectados”, asegura.
Las empresas de telecomunicaciones, así como muchas otras que ejercen en Venezuela, se han quejado ante el gobierno por la poca –o nula– cantidad de dólares que les han asignado en los últimos años.
El control de cambio es un sistema complejo, pero en pocas palabras implica que las empresas tienen que solicitar al gobierno el cambio de sus ingresos en bolívares a dólares.
A medida que el gobierno se ha secado de dólares –tanto por la crisis económica local como por la caída del precio del petróleo, su mayor fuente de divisas–, las cada vez más limitadas asignaciones han sido para empresas que importan bienes básicos.
Y las telecomunicaciones, si bien han sido uno de los sectores que más ha crecido gracias a que los precios son relativamente asequibles, no son consideradas una prioridad.
Qué dice el gobierno
Tras el anuncio de Digitel y Movistar, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), el ente gubernamental encargado de regular y administrar el sector de comunicaciones, pidió a las empresas “una actitud proactiva”.
En la nota de prensa, Conatel admite, para sorpresa de muchos conocedores, que ha habido una reducción en la asignación de divisas para el sector “debido a la crisis económica”.
El gobierno de Nicolás Maduro dice que la crisis se debe a una guerra económica del sector privado y la derecha internacional que supuestamente buscan desestabilizar a su país.
Conatel dijo que la suspensión de las llamadas internacionales es “una situación indeseada”.
Pero muchos opositores creen que al contrario se trata de una medida que busca “aislar a Venezuela del mundo”.
¿Aislamiento?
Deseado o indeseado, esta nueva situación se suma a otras problemáticas que han afectado el contacto de Venezuela –un país con alta influencia internacional y donde la gente está acostumbrada a viajar y consumir productos del extranjero– con el mundo.
Por el mismo problema de las divisas, por ejemplo, las aerolíneas internacionales redujeron sus frecuencias desde y hacia Venezuela en un 60% en los últimos dos años.
Además, los pasajes al exterior solo se pueden comprar en dólares, lo que limita –o simplemente extingue– la posibilidad de adquirir un pasaje a la mayoría de los venezolanos.
Peña dice que en el sector de telecomunicaciones el “aislamiento” puede aumentar.
Las compañías de televisión por cable sufren el mismo problema: sus operaciones en Venezuela se ven afectadas por la escasez de repuestos y equipos y les es imposible pagar en dólares a los canales con los bolívares que ganan en Venezuela.
Hace dos semanas, el mayor proveedor de televisión, internet y telefonía fija, la gubernamental Cantv, redujo un 15% los canales de su parrilla, según reportaron medios locales y usuarios.
La empresa no emitió una versión oficial sobre la aparente reducción de canales.
Cantv es una de las entidades que más quejas recibe en Venezuela, sea por su servicio de teléfono o internet (que en Venezuela es, según estudios, el más lento de la región).
De hecho, Cantv redujo el año pasado el número de países a los cuales se puede llamar desde su servicio de telefonía fija.
Y Ecuador, para la alegría de Maryclen Rodríguez, es uno de ellos.
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