Obama promete “todo lo posible” para ayudar a Ecuador
El Departamento de Estado anunció que un equipo de la Agencia para el Desarrollo Estadounidense (Usaid) ha llegado a Ecuador
WASHINGTON — El presidente, Barack Obama, telefoneó a su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, para expresar sus condolencias por el terremoto que sacudió el sábado ese país y prometió que hará “todo lo posible” para ayudar la recuperación de Ecuador tras el desastre.
En tanto, el Departamento de Estado anunció hoy que un equipo de la Agencia para el Desarrollo Estadounidense (Usaid) ha llegado a Ecuador para ayudar en la distribución de ayuda de emergencia a la población afectada.
El secretario de Estado, John Kerry, telefoneó al canciller de Ecuador, Guillaume Long, para reiterar el apoyo estadounidense tras el terremoto que sacudió el sábado el norte del país y que, hasta el momento, ha dejado 413 fallecidos y más de 2.000 heridos.
“Hablé con el ministro de Exteriores de Ecuador, le expresé nuestras condolencias por las vidas perdidas en el terremoto de Ecuador y prometí el apoyo de EEUU”, dijo Kerry en un mensaje publicado en su cuenta oficial de la red social Twitter.
Correa cifró en unos 3,000 millones de dólares las pérdidas como consecuencia del terremoto, lo que supone “un 3 % del producto interno bruto” y “significa reconstrucción de años”.
Estados Unidos ha ofrecido ayuda al Gobierno ecuatoriano tras el terremoto, aunque, por el momento, no ha hecho ningún anuncio concreto de asistencia al país andino.
Al menos un ciudadano estadounidense falleció a causa de ese sísmo de 7,8 grados en la escala abierta de Richter, según informó este lunes el Departamento de Estado, que sigue trabajando para identificar posibles víctimas con nacionalidad de EEUU.
Ecuador está en plena fase de rescate de supervivientes y víctimas mortales entre los escombros del terremoto y ya han llegado al país 654 integrantes de equipos de rescate, si bien esa cifra puede ascender hoy a 800, explicó hoy el canciller ecuatoriano.
El sísmo dejó sin hogar a unas 20.000 personas, según aseguró Long.