Arrecia la “guerra sucia” y clientelismo en las campañas políticas de México
"Mientras haya pobreza en México persistirá la compra de votos", reconoció Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral
MÉXICO – La tarde del 14 de mayo pasado, un grupo de simpatizantes políticos de uno de los candidatos a la presidencia municipal de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, arremetió contra otro a pedradas y balazos que terminaron con la vida del policía local Virgilio Orozco para atizar aún más los ánimos sociales de la localidad.
Hace semanas que el ambiente político electoral en la zona y en todo el país se tensa a medida que se acercan las elecciones del 5 de junio, cuando se renovarán gobernadores, presidentes municipales y legisladores locales en 14 estados.
A las acusaciones entre partidos sobre compra de votos, clientelismo, presuntos vínculos con el narcotráfico y el crimen organizado y corrupción se suman millonarias cuentas sin fiscalizar de los gastos de campaña.
Erogaciones en sitios web y redes sociales para promover la imagen de los contendientes, pero principalmente en dádivas de alimentos, playeras lápices, patrocinio de bautizos, fiestas de XV Años y todo tipo de excentricidades.
“Mientras haya pobreza en México persistirá la compra de votos”, reconoció Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), en la última contienda.
Recientemente el estado que suma el mayor número de quejas sobre dádivas de despensas y el mal uso del programa asistencial Prospera, es Oaxaca.
El vocero en la entidad de la coalición de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolución Democrática (PRD), Isaac Rodríguez, acusó a gente del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Murat, de repartir canastas de alimentos y productos de necesidades básicas que llegaron en tres camiones al poblado de Santa María Atzompa procedentes del Estado de México.
Pero no son los únicos. Acusaciones similares y de otra índole se han presentado en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas, donde serán los comicios.
“Estos regalos los ‘gestiona’ el candidato o los ofrece de ‘baja voz’ a los posibles votantes, pero formalmente son recursos que el gobierno debía dar aunque los da de manera localizada y con esta doble intención” explica Nicolás Loza, analista político de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) . “Todos los partidos lo hacen”.
Otra manera de tensar la cuerda y hacerse de votantes es vincular al contrincante con el narcotráfico. El analista Loza observa que en las actuales contiendas hay una creciente guerra sucia derivada de la falta de regulación efectiva. “Los ataques no se dan en spots en radio y televisión, debates y demás, sino sobre todo a través de Internet, en donde se sueltan las campañas que si son exitosas, terminan en la TV”.
En Veracruz, los señalamientos fueron más allá del ámbito político-electoral al judicial cuando el candidato del PAN- PRD, Miguel Ángel Yunes (un ex priista que se cambió de bando cuando no le dieron la candidatura) interpuso una demanda legal en contra del gobernador, Javier Duarte, por nexos con el crimen organizado y lavado de dinero por alrededor de 200,000 millones de dólares. “Es una red de corrupción bien compleja que incluye a familiares y socios”, dijo al arrancar oficialmente la contienda.
En Zacatecas, la denuncias sobre presuntas amenazas de muerte en contra del contendiente a la gubernatura por el partido Encuentro Social, Marco Flores, opacaron la atención que buscaba el candidato de Morena, David Monreal, al contabilizar el supuesto reparto de 300,000 despensas.