Bernie Sanders acabará con deportaciones que desgarran a nuestras familias
Sergio García escribe que Bernie Sanders es el único candidato financiado por el pueblo, no por los multimillonarios
Somos una nación de inmigrantes. Las personas a lo largo y ancho del planeta ven a Estados Unidos como un faro de refugio y oportunidad. Desafortunadamente, nuestro averiado y obsoleto sistema migratorio previene que la gente obtenga acceso a los canales para migrar legalmente a esta tierra, resultando en millones de personas que se ven obligados a arriesgar y, con mucha frecuencia, a perder su vida — cruzando ríos, desierto y océanos — buscando seguridad y una vida socioeconómica mejor.
Es por ello que resultó muy desalentador escuchar que los oficiales migratorios estadounidenses están planeando una serie de redadas durante todo un mes empezando en unas cuantas semanas con el propósito de deportar a cientos de madres y niños que han escapado de la horripilante violencia en América Central.
Enviar a estas personas de regreso al peligro e incertidumbre es simplemente equívoco. No debemos iniciar deportaciones en masa como método para abordar un sistema migratorio descompuesto.
Más deportaciones arbitrarias no son la respuesta. Este intento de la agencia de Inmigración y Control de Aduana (ICE, por sus siglas en inglés) suena más como una persecución de mujeres y niños vulnerables que un verdadero esfuerzo por mantener segura a nuestra nación. En vez de deportaciones, el Presidente Obama debe usar su autoridad ejecutiva para proteger a las familias extendiendo el Estatus de Protección Temporal para aquellos que han huido de la violencia en América Central.
El Senador Bernie Sanders (D-VT) fue el primer candidato presidencial en responder inmediatamente a esta nueva ola de redadas de deportación. Sobre este tema, el Senador Sanders — al contrario de la Secretaria Hillary Clinton — ha mostrado consistencia: Sanders dijo que era “vergonzoso” que “tantas voces” dentro del Partido Demócrata, incluyendo a Hillary Clinton, estuvieran insistiendo que un gran número de niños de Centroamérica, víctimas de la crisis humanitaria y detenidos en la frontera, deban ser enviados de regreso.
La nación, y en particular la comunidad latina, necesita de alguien que no sólo tenga un historial de logros legislativos, sino también alguien que sea consistente en sus valores. Ningún otro candidato presidencial personifica esto mejor que el Senador Bernie Sanders. La comunidad latina ha visto muchas promesas políticas rotas, incluyendo el número histórico de deportaciones y la disfunción del Congreso actual. Bernie Sanders está comprometido a arreglar este sistema y usará su poder ejecutivo como presidente, de ser necesario, para lograr lo que el Congreso se niega a hacer.
Un fuerte liderazgo presidencial hará cambios críticos a un sistema migratorio que hoy no funciona y que a la fecha ha deportado a más de 2 millones de personas, incluyendo a 72,000 deportaciones de padres con hijos nacidos en Estados Unidos. Esto ha resultado en casos de atropellos por departamentos locales de policía sobre los derechos de la Cuarta Enmienda, la protección constitucional contra los exámenes corporales e incautaciones sin justificación, con programas como Comunidades Seguras (SCOMM, ídem).
Bernie Sanders es el único candidato financiado por el pueblo, no por los multimillonarios. Mientras tanto, Hillary Clinton ha aceptado cientos de miles de dólares de parte de gigantescas corporaciones, incluyendo centros privados de detención que lucran del encarcelamiento de inmigrantes. Y aún cuando ella por fin devolvió ese dinero, esto sólo ocurrió debido a la fuerte demanda e indignación pública, y por su intención de elevar sus oportunidades de obtener votos durante las elecciones primaria. Necesitamos un líder que no analice infinitamente sus palabras y que no modele sus frases. Un líder que sea genuino y sincero, con un historial que nos haga saber que nuestro candidato será consistente sobre el tema de la migración y que seguirá haciendo de la inmigración una prioridad aún después de concluida la elección.
La esperanza de una nación depende de un presidente que cumpla sus promesas, sin importarle si las circunstancias políticas son desfavorables. El candidato presidencial que mejor ejemplifica estas características es el Senador Bernie Sanders.