Donald Trump y el juez ‘mexicano’ en cinco respuestas

El republicano dijo que debido a la “herencia mexicana” del juez, éste debía de retirarse de su caso

El aspirante a la candidatura presidencial republicana, el magnate neoyorquino Donald Trump.

El aspirante a la candidatura presidencial republicana, el magnate neoyorquino Donald Trump. Crédito: EFE

El virtual candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, se halla en medio de una tormenta de críticas por acusar al juez federal de distrito Gonzalo P. Curiel de ser parcial en su contra porque es “mexicano” en uno de los juicios a la Universidad Trump.

Sepa los detalles de este nuevo escándalo electoral.

¿Qué dijo Donald Trump?

La primera referencia de Trump sobre Curiel fue en febrero pasado después de un debate entre los precandidatos, en que sus rivales sacaron a relucir la demanda de ex estudiantes contra la Universidad Trump. El millonario dijo en ese momento que el caso debió haber sido desechado hace varios años y que continuaba en pie debido “a la tremenda hostilidad del juez hacia mi”, concluyendo, “creo que es hispano”.

El tema de la etnicidad de Curiel reapareció durante un reciente mitin en California cuando Trump mencionó el nombre del juez, implicando primero que estaba en su contra por ser un designado por la administración Obama y después dijo que por ser “mexicano”. Más tarde en una entrevista con el Wall Street Journal, el republicano dijo que debido a la “herencia mexicana” de Curiel éste debía de retirarse de su caso porque “estoy construyendo un muro. Ese un conflicto de interés inherente.”

¿Quién es el juez Curiel?

Gonzalo Paul Curiel, de 62 años de edad, es un hijo de inmigrantes mexicanos nacido en East Chicago, estado de Indiana. Su padre emigró de México, ya sea en la década de los veintes o como parte del programa Bracero en los cuarentas, según diferentes reportes. Entre 1998 y 2002 fue asistente del fiscal federal en el Distrito Sur de California. Allí llegó a ser jefe de la División de Narcóticos, lo que le significó integrar una lista de los sicarios de los hermanos Arellano Félix del Cártel de Tijuana. En el 2006 el gobernador Arnold Schwarzenegger lo designó juez de la Corte Superior de San Diego y en 2011 el presidente Barack Obama lo nombró a la magistratura federal.

En 2014 Curiel reconoció como demanda de clase en tres Estados -California, Florida y Nueva York- la queja de varios ex alumnos de la Universidad Trump. El 27 de mayo pasado aceptó la petición del Washington Post, ordenando hacer público documentos internos de la universidad. Esto último desencadenó la reciente reacción de Trump hacia el juez.

¿Qué pasó con la Universidad de Trump?

Era un centro educativo con fines de lucro que entre 2005 hasta por lo menos 2010 ofrecía un programa para inversiones inmobiliarias. Allí se daban cursos sobre propiedades inmobiliarias, manejo de bienes, emprendimientos y creación de riqueza a un costo entre $1,500 y $35,000 por curso. La universidad no estaba acreditada ni otorgaba ningún grado académico.

El procurador general de Nueva York, Eric Schneiderman, tiene una demanda por $40 millones contra la Universidad Trump, alegando que realizó fraude, que actuó de manera ilegal, engañosa y que violó la ley federal de protección al consumidor. En otros casos son los ex alumnos los que demandaron aseverando una serie de irregularidades y promesas incumplidas. Se estima que cerca de 6,000 estudiantes compraron los tres días de seminario a un costo de $1,450.

¿Es legal la petición de Trump de que Curiel se retire del caso?

No. En el caso Macdraw Inc. v CIT Equipment Financing de 1998 el abogado Larry Klayman, fundador del grupo conservador legal Judicial Watch, pidió que el juez a cargo del caso Denny Chin se retire cuestionando su origen asiático-americano. El abogado indicó que la etnicidad de Chin lo acercaba a otros asiáticos-americanos demócratas que estaban enojados por una demanda de Klayman contra el Departamento de Comercio, y que por eso el juez estaba en su contra. El Segundo Circuito de Apelaciones determinó “que es impropio usar los asuntos como raza o etnicidad para cuestión la imparcialidad de un juez”, una decisión que permanece vigente hasta el día de hoy.

Los observadores legales dicen que la acusación de Trump contra Curiel tiene fines estrictamente políticos porque sus abogados no hicieron ninguna presentación legal exigiendo remover al juez del caso.

¿Por qué las críticas de Trump al juez molestan a los republicanos?

Por varios motivos.

El primero por considerar que es inapropiado llamar “mexicano” a un ciudadano estadounidense de nacimiento en una nación en que la gran mayoría de habitantes tienen descendientes inmigrantes. Sería como llamar a Trump alemán.

Segundo, decir que un descendiente de mexicanos -o sea que los mexico-americanos- son incapaces de lidiar de una manera imparcial con Trump por su mensaje anti mexicano usado en en la campaña y su propuesta de construir un muro, es una nueva ofensa hacia los latinos. Un grupo de votantes que los republicanos quieren atraer.

Tercero, Trump comenzó a ganarse la confianza de los conservadores con una lista de posibles candidatos a la Corte Suprema de Justicia. Ahora la forma en que Trump se refiere a Curiel pone en duda su criterio para designar jueces a los 94 tribunales federales de distrito y a las Cortes de Apelación.

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