Video: A Vincent Valenzuela “la policía le quitó la vida”
El abogado prepara una demanda contra los uniformados que le quitaron la vida, la policía de Anaheim y la compañía que produce las pistolas eléctricas Taser
Con la voz entrecortada, Patricia González, la madre de los dos menores hijos del occiso Fermín Vincent Valenzuela, el hispano de 32 años que sufrió un ataque cardiaco después que la policía de Anaheim le disparó con una pistola eléctrica taser durante un altercado físico, clamó por justicia y respuestas.
Valenzuela murió el domingo 11 de julio, al ser desconectado de los aparatos que lo mantenían con vida, nueve días después de la confrontación con la policía.
“Es muy difícil decirle a dos niños que su padre no va a ser parte ya de sus vidas. Están en shock. Hoy fue el primer día de clases de mi hijo. Insistió en ir a la escuela pero me avisaron más tarde que se desmayó y tuve que ir a recogerlo. Estoy segura que les va a tomar mucho tiempo para que se recuperen. Adoran a su papá”, dijo sollozante la madre.
Valenzuela dejó a dos menores huérfanos: Ximena de 5 años y Vincent de 9 años.
Fue descrito por Patricia González, de quien estaba divorciada, como un padre amoroso.
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Tanto González como Andrea Valenzuela, hermana de la víctima, y el padre del difunto se unieron al abogado Garo Mardirossian para hablar con la prensa. González fue la única que pudo articular algunas palabras. El abogado pidió respeto para el duelo que vive la familia.
Mardirossian reveló que prepara una demanda contra los agentes y la Policía de Anaheim por el uso excesivo de fuerza cuando no se había cometido un crimen; y probablemente contra la compañía que produce las pistolas eléctricas taser por no advertir lo suficiente a las policías sobre el riesgo de muerte que implican cuando son disparadas al pecho.
Fue el sábado 2 de julio cuando una mujer reportó a la policía que un sospechoso, quien resultó ser Valenzuela, la seguía. Al arribar los agentes, surgió un altercado con el hispano quien sufrió un ataque cardiaco y fue llevado de emergencia a un hospital donde sufrió dos infartos más. Ahí permaneció hasta el domingo 10 de julio cuando a las 2:47 de la tarde fue pronunciado muerto.
“Hace 40 minutos supimos que se le disparó al pecho con una pistola taser a Vincent. Hay una alerta de la compañía Taser para no disparar a nadie en el pecho porque puede causar que el corazón deje de latir y que el oxigeno llegue al cerebro, que fue lo que le pasó a Vincent”, explicó el defensor.
Enfatizó que los agentes policiacos emplearon fuerza excesiva contra el hispano.
“No había cometido ningún crimen. No había necesidad de usar la fuerza en absoluto. Lo que pasó es que en diez minutos a un hombre saludable, que caminaba y platicaba por la calle, la policía le quitó la vida cuando su deber es proteger a los ciudadanos. Algo que pasa muy seguido en nuestra sociedad contra la gente de color. Faltan estándares de entrenamiento para cuando no se ha cometido un crimen. Por qué no lo cuestionaron primero o lo detuvieron”, se preguntó Mardirossian.
El litigante dijo que esperan tener acceso a los vídeos de las policías, tal vez de la patrulla y de la tienda 7-Eleven, en cuyo frente ocurrieron los hechos, para determinar exactamente qué pasó.
Reveló también que Valenzuela padecía de desorden postraumático debido a que en su niñez fue abusado físicamente por su padrastro. “Tomaba y dejaba los medicamentos. Fuera de eso, era un hombre sano”, anotó. Pero aclaró que independientemente de cualquier condición médica, si usaba drogas o no o si era sospecho de seguir a alguien, lo que no es un crimen en America, la policía no tenía derecho a emplear tanta fuerza.
El litigante comparó la muerte de Valenzuela con la de Kelly Thomas quien murió hace cinco años, cinco días después de ser golpeado por la policía de Fullerton.