Duelo y temor pero seguimos de pie
Hay duelo y temor entre la comunidad inmigrante y los residentes permanentes, así como entre ciudadanos y activistas que los apoyan. Un duelo y un temor y en muchos casos rabia, perfectamente entendibles.
Donald Trump ganó la presidencia y de inmediato ha empezado a reinar la incertidumbre en torno a qué hará como presidente quien como candidato tildó a los inmigrantes y a los mexicanos de violadores y criminales; prometió deportar a millones; levantar un muro por el que México pagará; revocar las acciones ejecutivas migratorias que han amparado a los Dreamers de la deportación, y quien se ha rodeado de algunas de las figuras más antiinmigrantes del Congreso, como el senador republicano de Alabama, Jeff Sessions.
Por su parte, los Dreamers han tomado las redes sociales para expresar su incertidumbre. ¿Revocará el presidente Trump la Acción Diferida para Quienes llegaron en la Infancia (DACA)? Algunos manifestaron temor a la deportación ahora que las autoridades migratorias tienen todos sus datos. Muchas familias están seriamente considerando abandonar el país por su propia cuenta antes de enfrentar la separación familiar por una deportación. Temen por su seguridad y su integridad. ¿Cómo reaccionarán los sectores más racistas y recalcitrantes todavía más envalentonados por el triunfo de Trump?
Porque una cosa sí hay que admitir: los latinos no perdieron, sino que ganaron los racistas de Estados Unidos. Este país, aunque nos duela admitirlo, no ha superado ese amargo capítulo del rechazo al Otro, ya sea por su color, su idioma o su origen. Y es un sentimiento tan arraigado en la historia del país, que fue fácil para un demagogo, misógino, antiinmigrante, xenófobo y racista hipnotizar a una masa blanca multiforme que se había mantenido agazapada a la espera del primer “Mesías” de pelo rubio que los representara.
Por eso la pregunta es válida: ¿Qué hará Trump cuando asuma las riendas del país a partir de enero? ¿Comenzará a concretar sus más nefastas promesas o entenderá que parte del proceso de sanación de una nación dividida es buscar soluciones negociadas a nuestros retos?
Los grupos proinmigrantes seguiremos batallando por una solución humanitaria a nuestro reto migratorio. No abandonaremos a nuestras comunidades en su momento de mayor necesidad.
Hemos enfrentado grandes desafíos a lo largo de estos años tanto a nivel federal como a nivel estatal, pero la fortaleza y la resistencia de esta comunidad inmigrante es la que nos da el impulso para seguir adelante.
Los retos que se avecinan son enormes. Como tras la muerte de un ser querido, estamos en duelo, pero reagrupándonos para dar la buena pelea.
Porque esa lucha es nuestra y es de todos los que creemos en esta nación de inmigrantes y de su historia. ¿Qué país queremos ser? Esa es la pregunta que tenemos que responder con este nuevo frente de batalla. Una más en nuestro claro horizonte.
Frank Sharry es Director Ejecutivo de America’s Voice