Trump enfrentará jaloneo por Cuba entre empresarios y presiones de exiliados
Mauricio Claver-Carone, asesor del presidente electo, impulsa revertir el proceso de apertura de EEUU
WASHINGTON.- Si el presidente electo, Donald Trump, sigue los consejos del líder anticastrista, Mauricio Claver-Carone, para revertir el proceso de apertura y normalización de las relaciones con Cuba, podría toparse con la enérgica oposición del empresariado y de algunos grupos en el exilio, afirmaron hoy expertos.
Claver-Carone es, quizá, la misma encarnación de la política del embargo contra Cuba, a juzgar por sus numerosos pronuciamientos públicos, su blog “Capitol Hill Cubans”, y sus testimonios de línea dura –el más reciente en marzo pasado- ante el Congreso.
Ahora, como premio de Trump a su lealtad durante la contienda, el dirigente del grupo de presión “US-Cuba Democracy PAC”, ocupa un lugar prominente en un “equipo de avanzada” para el Departamento del Tesoro, encargado de hacer cumplir las sanciones bajo el embargo que impera contra la isla desde hace más de medio siglo.
Para Claver-Carone, y líderes y grupos conservadores afines, la Administración del presidente Barack Obama ha “premiado” al régimen castrista con concesiones sin obtener nada a cambio, mientras que los partidarios de la nueva política insisten en que es hora de intentar un nuevo rumbo para presionar por cambios democráticos en la isla.
¿Reciclaje de pugnas?
Así las cosas, la presencia de Claver-Carone entre los asesores de Trump sólo augura más de las pugnas partidistas que han dominado en el Congreso respecto a Cuba.
William LeoGrande, analista político y profesor de Gobierno de American University, dijo a este diario que revertir las medidas de apertura del presidente Barack Obama arrancaría aplausos solo de algunos conservadores cubanoamericanos en el sur de Florida porque, aparte de ellos, “ningún otro grupo electoral mayoritario lo apoyaría”.
“La opinión pública respalda la política de Obama, incluso entre los cubanoamericanos. La comunidad empresarial apoya la normalización, nuestros aliados en América Latina y Europa también”, señaló el experto.
Además de la dificultad de desmontar el andamiaje de regulaciones y de intercambio comercial, la Administración Trump podría verse enfrascada en litigios, advirtió LeoGrande.
Y si Trump quiere combatir la inmigración ilegal, entonces tendría que también eliminar la medida de “pie seco, pie mojado”, que otorga la residencia permanente de forma automática a todo cubano que toque suelo estadounidense.
Por su parte, Ricardo Herrero, director del grupo “CubaNow”, que favorece el deshielo con Cuba, consideró como un error el nombramiento de Claver-Carone, un hombre que, a su juicio, ha dedicado su carrera a “defender los intereses de quienes se han beneficiado de la fallida política del embargo”.
La ‘doble medida’ de Trump sobre Cuba
Trump no siempre tuvo “mano dura” contra Cuba: surgieron informes de que empresas conectadas a su organización violaron el embargo, y él mismo dijo que hubiese negociado una política mejor que la que logró Obama con las autoridades cubanas.
En un guiño hacia la facción más conservadora del exilio cubano en Florida –un estado clave para la presidencia-, Trump más adelantó indicó que sí revertiría las medidas adoptadas por Obama.
Borrón y línea dura
Obama inició su mandato en 2009 con promesas de acercamiento con adversarios de EEUU y desde entonces comenzó a emitir órdenes ejecutivas para suavizar algunas de las restricciones de viajes y remesas a Cuba.
Apostó por esa vía porque el Congreso, bajo control republicano, no permitió el avance de medidas legislativas para flexibilizar el embargo.
En diciembre de 2014, Obama anunció el deshielo entre ambos países, y el año pasado ambos reabrieron sus respectivas embajadas en Washington y La Habana, además de adoptar pasos adicionales para la flexibilización de viajes y comercio, el restablecimimento del servicio de correos, y un fuerte apoyo a una incipiente empresa privada en Cuba.
Mientras, en Cuba, el gobierno del presidente Raúl Castro ordenó la liberalización de decenas de disidentes políticos y permitió, en la primavera pasada, el arribo del primer crucero estadounidense a la isla, además de dar la venia al eventual inicio de viajes aéreos directos desde y hacia Cuba.
¿Quién es Claver-Carone?
El grupo que dirige Claver-Carone, un abogado de profesión, jamás ha ocultado su deseo de mantener en pie el embargo y de obligar al régimen castrista a indemnizar a víctimas de expropiaciones en la isla.
Con esa meta, su grupo ha donado cuantiosas sumas a líderes del Congreso en la última década, incluyendo $600,000 en este ciclo electoral.
Claver-Carone destacó en una columna de opinión en el diario The Miami Herald la semana pasada que la represión política en Cuba “ha alcanzado niveles históricos”, que la emigración ilegal ha regresado a un punto similar a la crisis de los balseros en 1994, y que, en realidad, ha cesado el crecimiento de los “cuentapropistas”.
Aunque Trump ha prometido borrar todo rastro de las huellas de Obama en política nacional y exterior, en el caso de Cuba afrontará una lucha cuesta arriba para eliminar el complejo entramado de regulaciones que rigen la nueva era entre EEUU y Cuba.
El exsecretario de Comercio, el republicano Carlos Gutiérrez, ahora copresidente de “Allbright Stonebridge Group”, dijo al servicio de noticias McClatchy que apoya la política de Obama por tratarse, a su juicio, de un cambio “gradual” y que el gobierno de La Habana al menos ha iniciado reformas económicas.