Beverly Hills, Santa Mónica y West Hollywood propondrán leyes para el reacondicionamiento de casas contra sismos
Los Ángeles ya ha implementado una medida así, que busca reforzar las viviendas antiguas para hacerlas más resistentes en caso de terremoto
La ciudad de Los Ángeles aprobó el año pasado una legislación que obligaba a retroadaptar muchos edificios que tenían riesgo de colapso en caso de sismo. Ahora, otras ciudades vecinas como Beverly Hills, West Hollywood o Santa Mónica preparan leyes similares que podrían suponer mejoras en miles de estrcuturas.
En el caso de Beverly Hills, la ciudad considerará una ordenanza el próximo enero que obligaría a reformar los edificios de apartamentos de madera, sobre todo aquellos conocidos como “dingbats” que tienen una planta baja muy inestable ocupada por un garaje y soportada solo por una débiles columnas que se vendrían abajo en caso de sismo. Se estima que hay unos 300 edificios así en Beverly Hills, que albergaban en torno a 1,800 apartamentos.
Santa Mónica iría un paso más allá y propondrá una ley que obligará a la retroadaptación también de edificios de cemento, y a la inspección y reparación de estructuras de acero. De hecho, la ciudad ya tiene leyes al respecto en vigor desde la década de los 90, pero no han sido bien aplicadas. Se estima que unos 2,200 edificios deberán ser evaluados para reformas potenciales.
Por su parte, West Hollywood también buscará el reacondicionamiento tanto de estructuras de madera como de cemento y de acero, y se calcula que unos 900 edificios tendrán que ser revisados.
Si las tres ciudades aprueban estas leyes, será un gran impulso a la campaña que comenzó en Los Ángeles impulsada por el alcalde Eric Garcetti, quien creó la legislación más severa en materia de seguridad ante terremotos de todo el país, y que ha llevado a unos 13,500 edificios de madera y en torno a 1,500 de cemento a ser analizados para posible retroadaptación.
El riesgo de sismo en la zona es algo que todos los habitantes del condado de Los Ángeles conocen, y es importante minimizar los riesgos en caso de que se produzcan un fuerte terremoto no solo para evitar daños a las personas, si no también reducir el impacto económico en una ciudad donde ya hay una acuciante falta de vivienda.