Logra el touchdown del campeonato faltando un segundo y Clemson noquea al monstruo Alabama
La mejor defensa tal vez de la historia del futbol americano colegial no pudo frenar a los flamantes monarcas de la NCAA
Hace un año, los Tigers de Clemson se quedaron muy cerca del campeonato nacional de la NCAA, perdiendo en un festival de anotaciones en el cuarto periodo contra Alabama por 45-40.
El lunes, contra una defensa que muchos han considerado la mejor de todos los tiempos en el futbol americano colegial, Clemson no se quedó en la orilla.
Deshaun Watson completó un pase de 2 yardas al pequeño receptor Hunter Renfrow restando sólo un segundo de partido, para que Clemson le quitara lo invicto al campeón defensor Alabama con un épico triunfo de 35-31 en el juego de campeonato en Tampa.
Si por los aficionados al futbol americano fuera, Alabama y Clemson podrían jugar cada año por el título. Así de buenos partidos dan.
El triunfo le impide al entrenador Nick Saban lograr su quinto campeonato nacional con la Marea Púrpura desde 2009, lo cual lo hubiera metido todavía con más protagonismo en los libros de historia de este deporte.
¿El mejor final de la historia?
El final del partido fue cardiaco. Clemson, abajo todo el partido, se acercó a 24-21 con el primero de sus tres touchdowns en el cuarto periodo, un pase de 4 yardas de Watson (36 de 56 pases para 420 yardas y 3 TD’s) a Mike Williams, el receptor que fue una pesadilla para Alabama con sus acrobáticas atrapadas. Luego, faltando 4:38 minutos, los Tigers dieron la voltereta al marcador (28-24) cuando Wayne Gallman corrió una yarda.
Pero el ataque de Alabama, borrado en sus 10 series ofensivas previas, respondió con una serie de anotación coronada por una carrera de 30 yardas del joven quarterback Jalen Hurts (31-28).
Y así, con sólo 2:07 minutos restantes, Watson, el finalista al Trofeo Heisman las dos pasadas temporadas y en su juego final como colegial, tenía en sus manos la ilusión, pero enfrente, a la grande, poderosa y violenta defensa púrpura, una que en la temporada 2016 incluso anotó 11 veces. Un número ridículo.
Un pase de 24 yardas a Williams y otro de 17 a Jordan Leggett pusieron a Clemson muy cerca. Una interferencia de pase los dejó en la yarda 2 con seis segundos más por jugar. Y entonces vino el pase de Watson a Renfrow, quien aprovechó el cruce de un compañero para despegarse de su defensor por la esquina derecha de la zona final.