Jerry Brown propone acabar con las becas a estudiantes de clase media
Debido al riesgo de déficit, el gobernador de California quiere sacrificar estas ayudas para asegurar las destinadas a alumnos de bajos recursos
Cuando hizo públicos los presupuestos del estado para los próximos dos años fiscales el pasado 9 de enero, el gobernador Jerry Brown indicó que California se enfrenta a un déficit de 2,000 millones.
A pesar de ello, el nuevo presupuesto contempla un aumento de los fondos públicos destinados a los sistemas de universidades públicas de la Universidad de California (UC) y la Universidad Estatal de California (CSU, por sus siglas en inglés), que pasaría de $71,900 millones a $73,500 millones.
En general, el presupuesto propuesto por Brown incluye aumentos del 1.3% en la financiación a los colegios comunitarios (unos $121 millones), del 5.3% a CSU (equivalente a $185 millones) y el 2.5% a UC ($83 millones), que además recibirá $169 millones extra para los costos de las pensiones de sus trabajadores.
Pero dentro de la propuesta, Brown también plantea eliminar las becas concedidas a los alumnos de clase media, aquellos provenientes de hogares con unos ingresos medios anuales entre $104,000 y $156,000.
Todos aquellos estudiantes que ya se beneficien del programa Middle Class Scholarship continuarán recibiendo la ayuda hasta que finalicen sus estudios, pero dejarán de aceptarse nuevas solicitudes. El estado calcula que ahorrará en torno a $116 millones a lo largo de los próximos cuatro años con la suspensión de las becas.
Unos 46,000 alumnos disfrutan actualmente de estas becas en todo el estado, y el 56% de ellos estudian en las universidades del sur de California. Las universidades que acogen al mayor número de estudiantes beneficiados con esta beca son la Universidad de California en Riverside, en San Diego y en Los Ángeles dentro del sistema de UC, y las de Northridge y Long Beach de entre los 23 campus de CSU.
Lupita Cortez Alcalá, directora ejecutiva de la California Student Aid Commission que administra las becas, indicó que debido a que el coste de la vida en el sur del estado es mayor que en otras áreas, los estudiantes de estos campus serían los más perjudicados si se cancela el programa de becas.
Cuando se publicó el presupuesto, el director del Departamento de Finanzas de Brown Michael Cohen declaró que terminar con las ayuda a la clase media fue una decisión difícil pero que, dadas las preocupaciones sobre el déficit estatal, la medida busca asegurar la continuación de las becas destinadas a los estudiantes de menos recursos.
Las becas para estudiantes de clase media fueron creadas hace 3 años para apoyar a aquellos cuyas familias no cualifican para recibir la ayuda financiera destinada a jóvenes de bajos recursos, y cubren entre el 10% y el 40% de la matrícula. Dependiendo del campus al que asista el alumno y sus ingresos familiares, la beca puede ascender a $3,688 este año para un estudiante de UC, de acuerdo a la California Student Aid Commission.
Brown también ha apoyado incrementos en el precio de la matrícula de UC y CSU por primera vez en seis años, siempre y cuando se siga apoyando el acceso a la universidad de personas con menos recursos. Por eso quiere que el precio del crédito en los colegios comunitarios sí permanezca congelado en $46, uno de los más bajos de la nación.
Recientemente, UC ya aprobó un aumento en el precio de la matrícula de $336 al año para los residentes del estado, un 2.7% más. El incremento será de $1,668 para los estudiantes de fuera de California.
Brown también quiere destinar $150 millones procedentes de lo recaudado con la Proposición 98 a becas para los colegios comunitarios, dedicadas a desarrollar lo que llama programas de “camino guiado” para ayudar a los estudiantes de estas instituciones a hacer la transición a la universidad para completar su titulación.
Todavía podría haber cambios significativos en los presupuestos, en función de los ingresos fiscales y las medidas que pueda adoptar la nueva administración Trump. Brown publicará una versión revisada en mayo, que tendrá que ser aprobada por los legisladores antes del verano.