Comité Judicial avanza confirmación de Neil Gorsuch como miembro de la Corte
Y los demócratas preparan una ofensiva para detener su nombramiento en el pleno
WASHINGTON.- El Comité Judicial del Senado dio el visto bueno este lunes a Neil Gorsuch como próximo juez vitalicio del Tribunal Supremo, como paso previo a su voto final en el pleno del Senado esta semana, pese a la oposición de la mayoría de los demócratas y de grupos cívicos en todo el país.
Sobre líneas partidistas, el comité votó por Gorsuch con 11 votos a favor y 9 en contra -todos de los demócratas-, y ahora la votación final, pasa ahora al pleno del Senado, programada tentativamente para el próximo viernes.
Gorsuch fue nominado por el presidente Donald Trump el mes pasado en reemplazo del fallecido juez conservador Antonin Scalia, pero los demócratas criticaron que los republicanos se negaron siquiera a programar una audiencia para el juez Merrick Garland, nominado por el presidente Barack Obama el año pasado.
Ahora, los demócratas han amenazado con bloquear la votación final de Gorsuch -ya tienen los 41 votos necesarios para hacerlo- mediante una táctica parlamentaria conocida en inglés como “filibusterismo”, en la que la oposición impide poner fin a un debate y proceder al voto definitivo de medidas o ciertas nominaciones.
Sería la primera vez que un partido bloquea el voto de un juez del Tribunal Supremo.
Se requieren 60 votos, de un total de 100 escaños, para superar esa táctica, y los republicanos, que controlan el Senado, han dicho que, si los demócratas torpedean el voto, cambiarán las reglas para eliminar esa herramienta legislativa.
Con la llamada “opción nuclear”, el partido que controla el Senado solo necesitaría en adelante mayoría simple de 51 para la aprobación de medidas.
Durante una reunión de poco más de cuatro horas previo a la votación, cada lado tomó turnos para defender, o atacar, a Gorsuch, quien ha examinado unos 2,700 casos a lo largo de su carrera como juez en el Décimo Circuito de Apelaciones.
Los republicanos destacaron la trayectoria de Gorsuch, su imparcialidad y el apoyo que tiene de la Asociación de Abogados (ABA, en inglés), y argumentaron que las críticas de los demócratas en su contra “no tienen fundamento”.
Gorsuch “es altamente calificado” y, si es confirmado, “será imparcial, justo y con una mentalidad abierta”, afirmó el senador republicano por Utah, Orrin Hatch.
Mientras, los demócratas cuestionaron precisamente la independencia jurídica de Gorsuch, su trayectoria “partidista” en el Departamento de Justicia, su falta de transparencia durante las audiencias, y su negativa a contestar preguntas clave sobre su filosofía jurídica.
La senadora demócrata de Califonria, Dianne Feinstein, explicó que no apoya ni apoyará a Gorsuch por sus antecedentes judiciales, y porque éste “se negó a contestar muchas preguntas” que otros nominados han contestado en el pasado.
I cannot support the nomination of Judge Gorsuch for the Supreme Court. Watch my remarks: https://t.co/pOcq7FO6Eo #SCOTUS
— Senator Dianne Feinstein (@SenFeinstein) April 3, 2017
Por su parte, el senador demócrata de Vermont, Patrick Leahy, dijo que votará “con su conciencia”, como lo hizo a favor del presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, porque, a su juicio, Gorsuch dejó muchas preocupaciones “sin resolver”.
Sen. Leahy’s Statement On His Decision To Vote No On The Gorsuch Nomination, And To Also Oppose Advancing The Nom. https://t.co/a27KEIQgwk
— Sen. Patrick Leahy (@SenatorLeahy) April 3, 2017
Leahy señaló que él votó a favor de seis jueces vitalicios nominados bajo gobiernos republicanos, pero Gorsuch se negó a contestar “preguntas básicas sobre los principios subyacentes de nuestra Constitución, y cómo interpreta esos principios”.
“Tomando en cuenta su historial, tuve preocupaciones sobre sus posturas y si aportaría una agenda partidista a la corte. El juez Gorsuch no hizo nada para aliviar esos temores; de hecho, los consolidó”, dijo Leahy.
El senador demócrata por Minnesota, Al Franken, afirmó que la confirmación de Gorsuch prácticamente garantiza una tendencia en la que, durante 40 años, el Tribunal Supremo ha votado 5-4 “a favor de las grandes corporaciones” y en detrimento de los trabajadores.