“Decidí que no iba a dejar a nadie atrás”: padre de Buena Park salvó a 30 personas en Las Vegas
Jonathan Smith intentaba ayudar a un grupo de jóvenes cuando una bala le pegó en el cuello
La noche del domingo, Jonathan Smith había viajado al estado de Nevada con ocho familiares para celebrar el cumpleaños de su hermano. La familia gozaba de la música country en el Festival Harvest cuando Stephen Craig comenzó a disparar desenfrenadamente a la multitud desde su habitación en el hotel Mandalay Bay.
Al igual que muchos otros, Smith y su familia inicialmente pensaron que el ruido se trataba de fuegos artificiales. Pero al darse cuenta que les llovía balas, todos se echaron a correr, intentando mantenerse agarrados de la mano, informó Washington Post.
El grupo, sin embargo, se separó en medio del revuelo, y Smith corrió de vuelta al lugar del evento con fin reencontrarse con sus seres queridos.
Pero en lugar de su familia, Smith vio a decenas de personas aterrorizadas y amontonadas, sin saber qué hacer ni a dónde ir. Fue entonces, Smith explicó en entrevista con NBC, que decidió que él “no iba a dejar a nadie atrás” y comenzó a guiar a las personas hacia una zona para personas con discapacidades, alejada del bulevar Las Vegas.
Smith, de 30 años, intentaba ayudar a un grupo de jóvenes cuando una bala le pegó en el cuello. De acuerdo con Washington Post, el residente de Buena Park se desengraba cuando un policía franco de servicio de San Diego lo levantó en su camioneta y lo llevó al hospital Sunrise, donde otros 180 lesionados también fueron atendidos.
Gracias al agente, Smith, quien es padre de tres hijos, está vivo. Tiene una clavícula fracturada, una costilla agrietada y un pulmón magullado. Por ahora, los médicos han optado por dejarle la bala en el cuello. Temen hacerle más daño al removerla.
Todos los miembros de su familia están a salvo. Su cuñada hizo un cuenta GoFundMe para ayudarle a cubrir sus gastos médicos.