A Bannon le “duele” el discurso contra supremacistas de Bush y se lanza en su contra
El exasesor en jefe de Donald Trump avanza en su "revolución" en el Partido Republicano
LOS ÁNGELES – Steve Bannon, el antiguo estratega jefe de la Casa Blanca y uno de los máximos exponentes de la ultraderecha en la campaña que llevó a la Presidencia a Donald Trump, continuó hoy con sus ataques a las élites del Partido Republicano y arremetió contra el expresidente George W. Bush.
“No ha habido una Presidencia más destructiva que la de George W. Bush”, aseguró Bannon en su intervención dentro de la convención del Partido Republicano en California que se celebra este fin de semana en la ciudad de Anaheim, unos 40 kilómetros al sureste de Los Ángeles.
Bannon criticó a Bush después de que el expresidente alertara esta semana en un evento en Nueva York, sin mencionar explícitamente a Trump, del aumento de la división y la intolerancia en Estados Unidos, al tiempo que denunció el uso de la “intimidación” y los “prejuicios” por parte de líderes políticos.
El exasesor de Trump afirmó que Bush no sabía lo que estaba diciendo o haciendo, “tal y como era cuando fue presidente de Estados Unidos”, y aseguró que con ese discurso “se avergonzó a sí mismo”.
Ante un público que le recibió con una gran ovación cuando subió al escenario, Bannon dio hoy un mitin de cuarenta minutos en el que resumió sus argumentos nacionalistas, en contra de la clase gobernante de Washington y, sobre todo, en contra de la cúpula del Partido Republicano, al que cuestionó por no facilitar en el Congreso y el Senado las medidas del presidente.
Bannon elogió la victoria de Trump en 2016 al asegurar que las élites quisieron destruirlo por ser “una amenaza existencial para el sistema”.
“Nuestro país está en crisis. Tenemos que movernos urgentemente. La clase trabajadora ha respondido a nuestro mensaje y a Donald Trump”, sostuvo.
Bannon habló de una “revuelta en contra del la élite dominante ‘ republicana” y abogó por una coalición amplia de conservadores, nacionalistas, republicanos clásicos, libertarios y evangélicos para frenar a los progresistas.
El exasesor intervino en un estado, California, en el que el Partido Republicano tiene muy poca fuerza y en el que la excandidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, obtuvo más de 4 millones de votos de diferencia a su favor en las elecciones que le enfrentaron a Trump.
En este sentido, Bannon criticó la reciente proclamación de California como un “estado santuario”, una medida legislativa que elevó a toda la entidad las leyes de las “ciudades santuario”, que son aquellas que decidieron de manera municipal no colaborar con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en la persecución de inmigrantes en situación irregular.
Así, Bannon advirtió de que, si los republicanos no plantan cara a estos desafíos, en “diez o quince años” habrá un intento secesionista en California, para separarla del resto del país, que estará liderado por las élites tecnológicas de Silicon Valley.
Medios locales informaron hoy que unas decenas de personas se manifestaron en las afueras de la convención para protestar contra la presencia de Bannon.