John Kelly genera nueva controversia por teoría sobre la Guerra Civil
Las afirmaciones del jefe del Gabinete del presidente Trump ya levantaron ámpula
WASHINGTON – El jefe de Gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, amaneció este martes implicado en una nueva controversia debido a sus declaraciones de que la Guerra Civil en EEUU se produjo porque los políticos fueron incapaces de negociar un término medio.
El generado jubilado de cuatro estrellas fue secretario de Seguridad Nacional antes de su desembarco en julio pasado en la Casa Blanca, donde generó expectativas de que sería “la voz de la razón” y pondría orden en la mansión presidencial.
Kelly no sólo no ha podido frenar los impulsos y ataques de Trump sino que ha salido a defenderlo, generando sus propias controversias.
Su interpretación de la Guerra Civil
En el capítulo más reciente, Kelly dijo anoche en un programa ultraconservador de la cadena televisiva Fox News que la Guerra Civil –la más sangrienta en la historia de EEUU- se debió a la inflexibilidad de los políticos de entonces.
“La falta de capacidad de negociar condujo a la Guerra Civil”, argumentó Kelly en el programa “The Ingraham Angle”, sin explicar a qué tipo de negociación se refería.
La Guerra Civil, claro está, fue producto de la lucha entre los dueños de esclavos, principalmente en el sur del país, y las fuerzas que buscaban su abolición.
Kelly también defendió la permanencia de monumentos a soldados de las tropas de la confederación –que favorecían la esclavitud- y calificó al general de Virginia, Robert E. Lee, como “un hombre honorable… que abandonó su país para luchar por su estado”.
Según Kelly, la eliminación de estatuas y monumentos demuestra una “falta de aprecio a la historia” del país, porque los soldados en ambos lados de la guerra actuaron con base a su “conciencia”.
De inmediato, las redes sociales se encendieron con ataques sin misericordia contra Kelly, ofreciéndole lecciones sobre el verdadero origen de la guerra civil, y cómo la esclavitud no admitía negociaciones ni “término medio”.
Nope. No. We're not doing this.
— Jason Kander (@JasonKander) October 31, 2017
Slavery. Slavery was what they wouldn't compromise over.
SLAVERY. https://t.co/LYCFLQpKJc
Bernice King, hija del fallecido líder del movimiento de los derechos civiles, Martin Luther King Jr., calificó como “irresponsable” y “peligroso” que Kelly sugiera que la lucha por mantener la esclavitud haya sido un acto de “valentía”, especialmente cuando los supremacistas blancos se sienten “envalentonados” por la Administración.
It’s irresponsible & dangerous, especially when white supremacists feel emboldened, to make fighting to maintain slavery sound courageous. https://t.co/qb2X7QhG7M
— Be A King (@BerniceKing) October 31, 2017
Algunos, con un poco de sarcasmo, señalaron que, a juzgar por los comentarios de Kelly, los dinosaurios debieron “negociar” con el cometa que los extinguió del planeta.
John Kelly: “The dinosaurs should’ve compromised with the comet.”
— Victor LaValle (@victorlavalle) October 31, 2017
Al hacer referencia a la antigua noción supremacista de que los esclavos afroamericanos eran “tres quintas partes de una persona”, John Hudak, un analista de la conservadora Institución Brookings, fue más contundente: “Si Kelly no es un completo idiota, él está al menos tres quintas partes más cerca de serlo”.
If John Kelly isn't a complete idiot, he's at least 3/5ths of the way there. https://t.co/OknbGkD9j2 #GoHomeKellyYoureDrunk #JustLikeTheBoss
— John Hudak (@JohnJHudak) October 31, 2017
Va contra Clinton
Kelly también siguió el guión de la Casa Blanca al minimizar el impacto de la formulación de cargos contra tres exfuncionarios de la campaña presidencial de Trump.
Los cargos contra el exjefe de la campaña presidencial, Paul Manafort, un exsocio de éste, Rick Gates, y un exasesor de asuntos exteriores, George Papadopoulos, son por actividades que ocurrieron “mucho antes de que conocieran a Donald Trump o tuvieran alguna asociación con la campaña”, argumentó Kelly.
Sin embargo, la investigación que lidera el fiscal especial, Robert Mueller, sí incluye actividades que ocurrieron durante la campaña electoral de 2016, en particular los presuntos esfuerzos por pactar encuentros entre miembros de la campaña y fuentes allegadas al gobierno de Rusia. Papadopoulos, por ejemplo, se declaró culpable de mentir al FBI sobre los contactos que tuvo para tratar de conseguir datos comprometedores sobre la rival presidencial demócrata, Hillary Clinton. La Casa Blanca ha insistido en que Papadopoulos era apenas un “voluntario” y su papel fue mínimo en la campaña.
En cambio, Kelly se pronunció a favor de que se designe a un fiscal independiente para que investigue un negocio de 2010 para la venta de uranio a Rusia, aprobado por el Departamento del Tesoro cuando Clinton era secretaria de Estado.
Trump y sus aliados republicanos han acusado a Clinton de beneficiarse personalmente del acuerdo, sin ofrecer pruebas.
Hace unas semanas, Kelly atacó a la congresista demócrata por Florida, Frederica Wilson, por divulgar parte de la llamada de Trump a la viuda del sargento La David Johnson, un soldado afroamericano que murió en una emboscada en Níger a principios de mes.
También la acusó falsamente de vanagloriarse de haber recabado los fondos para un edificio federal nombrado en honor a agentes del FBI.
Wilson, amiga de la familia del soldado, escuchó la llamada con permiso de la viuda, y criticó la forma en que Trump expresó sus condolencias.
En esa ocasión, la Casa Blanca también trató de desvirtuar a la congresista, aunque otros testigos corroboraron el mensaje de Trump.