Hay pesimismo en torno a la decisión que se anunciará en enero sobre TPS para salvadoreños
La cancelación del programa para otros tres grupos: sudaneses, haitianos y nicas no dejan mucho espacio para la esperanza entre los activistas pro inmigrantes pero el efecto sobre casi 200,000 salvadoreños, sus familias y el país sería enorme.
Diversas voces pro inmigrantes en Estados Unidos y El Salvador están expresando su abierto pesimismo respecto a la próxima decisión que el gobierno de Donald Trump debe tomar respecto al estatus migratorio de casi 200,000 salvadoreños con TPS.
El 8 de enero a más tardar, el gobierno estadounidense debe anunciar su decisión en torno al Estatus Temporal de Protección (TPS) para casi 200,000 salvadoreños que han vivido durante años en este país y las perspectivas no son muy halagüeñas.
El Departamento de Seguridad Nacional ya ha cancelado el Estatus Temporal de Protección establecido bajo gobiernos anteriores para sudaneses, nicaragüenses y haitianos, y los activistas que usualmente abogan por los inmigrantes no tienen mucha confianza en que los salvadoreños corran mejor suerte.
Su pesimismo sobre el tema se dejó colar en una conferencia este lunes, en la cual hablaron sobre el tremendo efecto que la cancelación del TPS para los salvadoreños tendrá en ese país y en ciertas regiones de Estados Unidos.
“Esperamos el anuncio con mucha ansiedad”, dijo Royce Murray, especialista del Concilio Americano para la Inmigración (AIC). “Ante las decisiones previas de este gobierno respecto al programa, estamos muy preocupados.
Frank Sharry, de la organización cabildera pro inmigrante America´s Voice en Washington dijo no tener muchas esperanzas de que la Secretaria de Seguridad Nacional entrante, Kirstjen Nielsen, pueda tomar una decisión independiente de presiones políticas de la Casa Blanca.
“Sabemos que Nielsen tiene un mentor, y este es John Kelly, actual jefe de gabinete de Trump”, dijo Sharry. “Y también sabemos que Kelly ejerció presión sobre la secretaria interina de ese departmento, Elaine Duke, para que suspendiera el TPS para hondureños”. –
Según Sharry, las decisiones sobre TPS parecen “totalmente teñidas de la política de mano dura y de la actitud anti inmigrante que ha caracterizado hasta ahora a este gobierno”.
A principios de noviembre, el DHS anunció que cancelaba el programa para varios miles de Nicaragüenses y que posponía la decisión en el caso de los hondureños. Pocas semanas después, se anunció el fin del programa para haitianos, con 18 meses más de protección mientras estos “se preparan” para regresar a su país.
Desde El Salvador hay preocupación
Entretanto, los periódicos salvadoreños reflejan a diario el tema del TPS y lo que significaría para el país la suspensión del mismo.
En portada este lunes en La Prensa Gráfica se anunció que el ministro de relaciones exteriores de ese país, Hugo Martínez, viajaría este lunes a Washington “para iniciar una nueva ronda de negociaciones para abogar por la prórroga del TPS”.
En la misma portada del diario salvadoreño, las noticias del lunes reflejaban un nuevo hecho sangriento de las pandillas, el asesinato de un policía y la muerte de un pandillero con el que este aparentemente se batió a tiros en San Salvador.
En la portada del periódico digital El Faro, el docente Roberto Cañas, ex combatiente del FMLN y firmante de los acuerdos de paz salvadoreños publicó una columna en la que dijo que los salvadoreños con TPS en EEUU “tienen sus días contados”.
“No nos engañemos, vienen más detenciones y deportaciones”, escribió Cañas. “Hay impactos claramente nocivos para los que se acogieron a TPS y han vivido en Estados Unidos y hoy enfrentan la posibilidad de ser repatriados. La zozobra que sienten es enorme”.
Las consecuencias si se cancela TPS salvadoreño
Varios expertos indicaron que terminar con el TPS de los salvadoreños, el grupo nacional más grande acogido bajo este programa, tendrá una variedad de efectos tanto en El Salvador como en Estados Unidos, particularmente las zonas del país con más “tepesianos” de este país.
Oscar Chacón, director de la organización comunitaria Alianza Americas, dijo que El Salvador “no sólo no está listo como país para recibir a los deportados, que ya están llegando en grandes cantidades, sino que el efecto económico será tremendo”.
Apuntó que las remesas de salvadoreños en Estados Unidos son hoy en día la cantidad más grande en ayuda extranjera que llega a ese país.
“Estamos hablando de 4,800 millones de dólares, no todos vienen de tepesianos, pero es una cantidad importante”, dijo Chacón. “Esto va a tener un gran efecto cascada en todo el país”.
“No hay prácticamente ningún hogar en El Salvador que no será afectado”, agregó el activista. “Casi todo el mundo depende de remesas allá”.