Los “Dreamers” quieren vivir en el país donde crecieron

El programa de la BMA y Coparmex sigue recibiendo solicitudes para ayuda legal gratuita

Marcos Ayala llegó como indocumentado a los Estados Unidos en 1998; tenía 9 años de edad, no podía quedarse solo en Guanajuato, México, por eso su madre decidió llevarlo con ella en busca de una mejor vida, a perseguir el “Sueño Americano”.

Él fue uno de los casi 800,000 “Dreamers” a quienes el 5 de septiembre pasado, sorprendió el fiscal general Jeff Sessions, cuando anunció el fin del programa que los protegía de la deportación y les otorgaba permisos de trabajo.

Aquel sueño comenzó a desvanecerse para Marcos, quien está por cumplir 29 años de edad, es esposo y padre de tres. No importa que EEUU sea el país donde creció y estudió “Business Managment”, tenga un trabajo honesto y pague impuestos, su estancia está en peligro.

“Como decimos, ahora sí me tengo que poner las pilas, le dije a mi esposa”, cuenta sobre esa primera reacción que tuvo. “Mi problema es que soy el único proveedor de mi familia y ese proceso necesita dinero”.

Aunque la oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) está recibiendo aplicaciones para la Acción Diferida (DACA), la incertidumbre para los “Dreamers” continúa en tanto no haya una decisión definitiva del gobierno del presidente Donald Trump y el Congreso.

“Mi permiso vence en octubre”, cuenta en entrevista telefónica desde Southlake, Texas. “Vamos a mandar los papeles de renovación aunque pierda tres meses de permiso”.

Diversas organizaciones civiles, gobiernos, empresarios y fundaciones ofrecieron su ayuda legal a los “Dreamers” para intentar resolver sus casos en los tribunales, tal como lo hacen la Barra Mexicana de Abogados (BMA) y la Cámara Patronal de la República Mexicana (Coparmex) a través de la página de internet mexicofordreamers.bma.org.mx, que es la primera vía de contacto para tener acceso a un defensor “pro-bono”.

Marcos tiene un esperanza gracias a este programa que ha recibido alrededor de 100 solicitudes, de las cuales sólo ha podido dar seguimiento a 87, debido a que varios de los “Dreamers” se equivocaron al proporcionar un medio de contacto, explicó Laura Zavala, directora de la BMA.

El caso de cada joven es distinto, único, pero hay algo que los une: todos quieren quedarse a vivir en el país donde crecieron y tienen su vida hecha.

“Todos los ‘Dreamers’ quisieran poder quedarse a vivir en los Estados Unidos legalizando su situación migratoria“, reconoce Zavala en entrevista. “Ya han sido contactados por abogados pro-bono en Estados Unidos o por los consulados de México, quienes nos están apoyando con el ‘screening inicial”.

Son 10 los despachos estadounidenses los que están proporcionando el trabajo de abogados, pero Zavala ataja que no puede compartir los nombres de las firmas, porque así se lo han pedido, aunque se están atendiendo casos en N​ew​ York​, California, Colorado, ​Utah, Texas, Florida, Oregon, Nuevo Mexico, Illinois, Virginia, Georgia, Carolina del Norte, Arizona, Washington, Oklahoma, Mississippi, Indiana, Arkansas, Wisconsin y Missouri​.

“Estoy en una red en Facebook de puros dreamers, ahí alguien puso la liga a este grupo de la Barra y mandé mis datos… como a las tres semanas me escribieron, pero luego no pasó nada”, contó Marcos, quien desconfió de la iniciativa. “Pero a las dos semanas me contactó un abogado y le expliqué mi caso… y ya me dijo que hay opciones para mí”.

Marcos está casado con una ciudadana estadounidense, sus hijos nacieron en EEUU, así que él aplicará por la Residencia Legal Permanente, un proceso que sabe que llevará tiempo, pero la ayuda gratuita lo alienta, ya que podría ser la única vía para quedarse con su familia.

“Yo tengo esa opción, mi abogado me dijo que es posible”, explica y luego hace una pausa. “Mi hermana también es DACA y unos primos, pero ellos no tienen esa opción”.

A Marcos lo ha apoyado su empresa, que le permitió salir del país a un viaje de trabajo y tener un ingreso legal, que es una de las condicionantes para continuar su proceso en USCIS.

Ésta no es la primera vez que pide ayuda, ya lo había hecho en el consulado mexicano, pero afirma que sólo prometen y no ayudan.

“Quiero que se conzoca que somos una nueva generación y hemos escuchado cosas horrendas de nuestro propio país que dice que va a yudar y no ayuda, no estoy hablando de la Barra, sino del consular de Dallas”, lamenta Marcos. “Ellos nunca ayudan a su propia gente y obviamente del trato que dan es como algo no está bien, que México los manda para ayudar a su gente, pero hacen lo opuesto”.

El plan de ayuda de la BMA y Coparmex también incluye opciones para quienes quieran irse a vivir a México, pero Zavala explica que no han tenido esos casos.

El programa es para cualquier “Dreamer”, no sólo para mexicanos.

Cómo aplicar

  1. Ingresar a la página mexicofordreamers.bma.org.mx
  2. Seleccionar el idioma: español o inglés.
  3. Llenar el pequeño formulario que pide de manera obligatoria: un “nick name”, por si no se quiere proporcionar el nombre real y un correo electrónico para contactar al interesado.
  4. Se puede proporcionar de manera voluntaria: código postal y teléfono.
  5. La información que se envía está encriptada y será referida a las firmas.
  6. Un abogado se pondrá en contacto con el “Dreamer”, para explicar su caso y establecer una cita.

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