Dreamers enfrentan una opción intolerable: su futuro a cambio de sus familias
A cambio del Dream Act, el gobierno de Trump y el liderazgo republicano quieren la "enchilada completa", una que va a resultar en deportaciones masivas de los padres, vecinos y amigos de los jóvenes dreamers.
Sorpresivamente, el presidente Donald Trump dijo este miércoles que apoyaría una eventual ciudadanía para dreamers a cambio de una serie de concesiones a su agenda migratoria restrictiva. Para Lorena Lara, dreamer y activista de California, la opción es intolerable.
“Me siento agradecida a DACA y a todas las oportunidades de tener un permiso de trabajo, pero no puedo dejar de pensar en otras personas, en mis padres, que han estado aquí durante 20 años”, dijo Lorena, su voz rompiéndose de tristeza. “¿De qué me sirve a mí tener la ciudadanía si mi familia no está conmigo? No me imagino estar aquí sin ellos”.
Como Lorena, varios dreamers este jueves expresaron lo que muchos de ellos sienten ante el curso de las negociaciones en Washington. Es una especie de doble angustia en la que nunca se sale ganando. Un estar “entre la espada y la pared”.
Por un lado, los dreamers están a punto de perder su estatus legal temporal, y algunos ya lo han perdido. No saben si tendrán un futuro permanente en forma de otro permiso, una residencia o ciudadanía en el único país que conocen y, al mismo tiempo, temen que para lograrlo, perderán a sus padres y otros familiares.
Es una elección imposible, terrible para muchos de ellos y, sin embargo es la salida política más probable en el horizonte y en los pasillos del Capitolio y la Casa Blanca.
“No nos dejemos engañar”, dijo en un comunicado Frank Sharry el director de America´s Voice, una organización cabildera pro inmigrante en la capital del país. “El comentario de Trump sobre ciudadanía tiene un propósito, y este es dar una cucharada de azúcar antes de la amarga medicina de su plataforma extremista anti inmigrante, que quiere poner sobre las espaldas de los dreamers“, dijo Sharry.
Laura Peniche, dreamer y activista con “Together Colorado”, expresó su dolor ante las alternativas que la comunidad inmigrante está enfrentando y explicó la situación de su familia, que incluye a su madre inmigrante y a sus hijos ciudadanos.
“Es muy difícil para mí lidiar con la desazón, la pérdida de la esperanza sobre este país que veo en mi mamá, incluso ha perdido amor por la vida”, dijo Peniche, con voz quebrada y sin ocultar las lágrimas. “Mi hija mayor, que vivió la vida conmigo antes de yo tener DACA y su preocupación ante lo que puede volver, es muy duro”.
La Casa Blanca dió a conocer este jueves su estrategia sobre inmigración para negociar el “Dream Act” y esta incluye un DACA amplio para 1.8 millones de jóvenes con camino a la ciudadanía, pero a cambio requiere que se negocie un amplio abanico de medidas restrictivas incluyendo una multimillonaria inversión fronteriza -que incluye un “sistema de muro”- contrataciones a todo nivel para deportar a más inmigrantes y eliminación de categorías familiares de inmigración legal.
Ante este panorama, las organizaciones dreamer y pro inmigrantes en todo el país “están planeando más allá de Washington“, dijo Richard Morales, director de política migratoria de la Red Nacional PICO, una coalición de grupos de fe en todo el país.
“Tememos lo peor de estas negociaciones”, dijo Morales. “Nosotros estamos viendo más allá, a lo que pasará luego, porque nuestro enfoque será proteger a nuestras familias y ayudarlas a luchar contra la máquinaria deportadora con todos nuestros recursos”.
Los líderes “dreamers” pidieron desde el principio un “dream act limpio” que excluyera medidas restrictivas, y esta fue una noción que algunos demócratas apoyaron pero que nunca aparentemente estuvo sobre la mesa.
Morales indicó que muchos en el movimiento pro inmigrante consideran que los demócratas perdieron capacidad de negociación al aceptar el lunes que se reabriría el gobierno sin DACA y al ofrecer paquetes de fondos para deportaciones y el muro fronterizo a cambio de un “dream act” que ni siquiera incluía un camino a la ciudadanía.
Los pro inmigrantes moderados están ofreciendo aceptar un paquete que incluya seguridad fronteriza a cambio del dream act y dejar el tema de la inmigración familiar para otro momento.
“Sin embargo, ahora la desventaja del lado demócrata es más grande”, dijo Morales.
A cambio del Dream Act, el gobierno de Trump y el liderazgo republicano quieren la “enchilada completa”, una que va a resultar en deportaciones masivas de los padres, vecinos y amigos de los jóvenes dreamers.
“¿Qué tan lejos podemos ir en este intercambio?”, dijo Jesús Ruiz, dreamer del norte de California. “¿Permitir que nuestras familias sufran a cambio de DACA o de ciudadanía? No puedo hablar por todos, pero personalmente, yo no me sentiría bien con esto”.
La opción, no obstante, puede ser que terminen por perderlo todo.