Trump sopesa ideas para restringir acceso a las armas, en medio de crecientes protestas estudiantiles

El movimiento estudiantil "#NuncaMás" realizará una marcha nacional el próximo 24 de marzo

Estudiantes de Hialeah (Florida) se sumaron a las protestas contra las armas. Foto: proporcionada

Estudiantes de Hialeah (Florida) se sumaron a las protestas contra las armas. Foto: proporcionada Crédito: Foto: proporcionada

WASHINGTON— El presidente Donald Trump prometió este miércoles aumentar las revisiones criminales y de salud mental para compradores de armas al reunirse con padres, maestros y estudiantes para “escuchar” ideas sobre cómo atajar la violencia de las armas, mientras miles de estudiantes tomaron las calles en Washington, Nueva York y otras ciudades para exigir más restricciones al acceso a las armas.

Trump inició hoy un diálogo nacional de tres días a raíz de la continua violencia derivada de las armas, que el pasado 14 de febrero se cobró la vida de 17 estudiantes en la secundaria “Marjory Stoneman Douglas”, en Parkland (Florida).

“Vamos a ser fuertes en las revisiones… no va a ser  (solo) hablar como ha sido en el pasado; esto ya lleva demasiado tiempo, demasiadas instancias, pero lo vamos a lograr”, prometió Trump, rodeado del vicepresidente Mike Pence, y la secretaria de Educación, Betsy DeVos.

Entre los invitados a la reunión privada con Trump estuvieron al menos 6 sobrevivientes de Parkland, familiares de víctimas del tiroteo de la primaria de Sandy Hook (2012), así como activistas del grupo anti-violencia ““Sandy Hook Promise”,  padres y líderes comunitarios.

El jueves, Trump se reunirá con autoridades locales y estatales para discutir la seguridad escolar –dijo que estudiará la polémica idea de armar a maestros, algo que ya propuso sin éxito la NRA en 2012-, y el viernes lo hará con varios gobernadores estatales.

La masacre en Parkland, a manos de Nikolas Cruz, un estudiante que compró legalmente un rifle AR-15 pese a padecer de un trastorno mental, fue también el pistoletazo de un movimiento estudiantil orgánico, denominado “#NuncaMás” (“#NeverAgain”), y que en las redes sociales ha encontrado eco en decenas de miles de personas.

Además, el 97% de la opinión pública apoya fortalecer la revisión de antecedentes de todo comprador de armas, según una encuesta de la Universidad Quinnipiac.

Pinitos de la Administración y el Congreso

El martes, Trump ordenó al Departamento de Justicia a que elabore regulaciones para prohibir la venta de “bump stocks”, o dispositivos que modifican y aumentan la capacidad de disparo de armas semiautomáticas para que funcionen como ametralladoras.

Esos dispositivos fueron los que utilizó Stephen Paddock en su masacre en un concierto al aire libre en Las Vegas (Nevada) en octubre del año pasado, que dejó 59 muertos y más de 500 heridos.

Entre otras ideas que sopesa Trump está el aumentar de 18 a 21 años la edad mínima para la compra de armas semiautomáticas, y reformar y fortalecer el “Sistema Nacional de Revisión Criminal Instantánea (NICS, en inglés), para que las armas no caigan en manos indebidas, según dijo ayer la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.

En diciembre pasado, la Cámara de Representantes aprobó una reforma del sistema “NICS”, en una votación de 231-198, que autoriza la portación de armas ocultas de un estado a otro donde éstas se permitan, pero también prohíbe la venta de armas a criminales y personas con historial de violencia doméstica.

La medida cuenta con el apoyo de 35 senadores de ambos partidos, entre éstos el senador republicano por Texas, John Cornyn,  pero no ha sido sometida a voto en el pleno del Senado.

Otros senadores prevén presentar iniciativas para ampliar el sistema de revisión de antecedentes para la compra-venta de armas, tanto en internet como en concesionarios y armerías.

Mientras, los senadores Dianne Feinstein, demócrata por California, y Jeff Flake, republicano por Arizona, elaboran  una medida para incrementar de 18 a 21 la edad mínima para la compra de armas de asalto como el AR-15 que usó Cruz en la matanza de Parkland.

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, instó hoy a Trump a que apruebe una  medida demócrata para prohibir la venta de “bump stocks” para atajar la violencia de las armas que, a su juicio, sólo se logrará mediante el proceso legislativo.

El giro de Trump sorprende porque ha sido un férreo partidario de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) -que contribuyó $30 millones a su campaña electoral- y en mayo pasado incluso se declaró su “amigo y defensor”.

Un país muy armado

Aunque los políticos, en especial los conservadores, destacan la necesidad de mejorar el acceso a los servicios de salud mental, numerosos estudios dan cuenta de que el fácil acceso a las armas,  incluyendo las de calibre militar, son el factor que más contribuye a la alta tasa de violencia armada y de masacres en EEUU.

La violencia derivada de las armas se cobra la vida de poco más de 33,000 personas al año en EEUU, un número mayor que en ningún otro país industrializado.

En numerosos programas de televisión, Adam Lankford, profesor de criminología de la Universidad de Alabama, ha planteado categóricamente que EEUU es número uno en el mundo en cuanto a posesión de armas, y número uno en el mundo en cuanto a tiroteos masivos públicos.

Lankford habla con conocimiento de causa: en 2015 hizo un análisis de más de 40 años de tiroteos masivos en 171 países, y las estadísticas le mostraron que “la tasa de posesión de armas explica por qué tenemos más tiroteos masivos que otros países”.

El estudio de Lankford señaló que, entre 1966 y 2012, el 31% de los responsables de tiroteos masivos fueron estadounidenses.

La población de Estados Unidos es el 4,4% de la población mundial pero conforma el 42% de las 644 millones de armas en manos civiles en el mundo, según datos de Naciones Unidas recogidos en el estudio de Lankford.

Sin embargo, la NRA, y legisladores y grupos afines,  defienden a rajatabla la tenencia de las armas, consagrada en la Segunda Enmienda, e insisten en que la solución es promover su uso responsable.

La epidemia de la violencia de las armas no encuentra cura en el Congreso

“No basta rezar”

Hartos del predecible ciclo de oraciones y condolencias, reclamos, e inacción del Congreso, que sigue a cada tiroteo en sitios públicos, miles de estudiantes abandonaron hoy las aulas y tomaron las calles para exigir un mayor control de las armas.

Hubo protestas en el área de la capital estadounidense y en ciudades como Nueva York, Hialeah y Tallahassee (Florida), Denver (Colorado), Mesa (Arizona) y Minneapolis (Minnesota), algunas dirigidas contra líderes locales, estatales y federales que se niegan a aprobar restricciones en la venta de armas.

Centenares de estudiantes de al menos cinco secundarias del Condado de Montgomery (Maryland), realizaron una protesta frente al Capitolio en Washington, y luego frente a la Casa Blanca, para dejar en claro que “no basta rezar” para atajar la violencia de las armas, y para condenar a la NRA.

Portando letreros hechos a mano, los estudiantes gritaban consignas con rimas contra los “pensamientos y oraciones”, que los políticos sacan a relucir en cada tiroteo, y con una pregunta directa a la NRA: “¿Cuántos niños mataste hoy?”

“Yo vine a la protesta porque ya basta de tanta violencia; siempre dicen lo mismo y al final no aprueban ninguna ley que nos proteja. Tenemos derecho a vivir en paz, a estudiar en paz… tengo una prima en Florida y me preocupo por ella”, dijo la guatemalteca Rina Amores, de 17 años y en su último año en la secundaria Blair, en Rockville (Maryland).

Rina Amores, estudiante de Maryland, dijo: “Tenemos derecho a vivir en paz, a estudiar en paz”. Foto: María Peña/Impremedia

Mientras, la salvadoreña Giselle Vera, de la secundaria Walter Johnson, en Bethesda (Maryland), dijo que “nadie vino acá a pedir eliminar las armas, sino a pedir que se restrinja el acceso, para que personas peligrosas no puedan tenerlas”.

Giselle Vera, otra estudiante de Maryland, dijo que el reclamo es por restringir las armas, no prohibirlas. Foto: María Peña/Impremedia

Varios de los estudiantes acorralaron a Ben Oppold, un universitario de Minnesota y partidario de Trump, que repetía los argumentos de la NRA de que “las armas no matan”, y que la responsabilidad principal yace en “los individuos de buena moral”.

Preguntado por este diario, Oppold, de 20 años, dijo que, a su juicio, “el Congreso no tiene que hacer nada”, sino que tiene que haber “un cambio en la cultura” y, sobre todo, “armar a la gente buena”.

Ben Oppold, un estudiante universitario y partidario de Trump, dijo que la solución es “armar a la gente buena”. Foto: María Peña/Impremedia

Pero Oppold fue parte de una minúscula minoría, y las escenas de reclamo contra las armas se repitieron en las calles de Hialeah y Tallahasee (Florida), Nueva York, y Minneapolis, donde miles de jóvenes salieron en solidaridad con las víctimas de Parkland.

“La razón por la que mis compañeros y yo salimos a protestar en Hialeah es muy simple: necesitamos protección contra la violencia de las armas… somos el futuro y merecemos que nos escuchen”, dijo a este diario Mónica Parra, quien cursa el segundo año en la secundaria de Hialeah.

Estudiantes de Hialeah (Florida) se sumaron a las protestas contra las armas. Foto: proporcionada

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