Los habitantes de L.A. aceptarían viviendas para personas sin hogar en sus vecindarios, según encuesta
Según la última encuesta de United Way of Greater Los Angeles, el 69% está a favor (y sólo un 27% en contra)
En 2016, el 75% de los votantes de Los Ángeles aceptaron emplear 1.2 mil millones de dólares para pagar la construcción de viviendas asequibles, con lo que parece que la ciudad apoya el desarrollo de nuevas viviendas para su creciente población sin hogar. No estaba tan claro, sin embargo, que los residentes estuvieran a favor de que las nuevas viviendas aparezcan en sus propios vecindarios, lo cual ha resuelto una nueva encuesta encargada por United Way of Greater Los Angeles: sí lo están.
Así, en esta encuesta de más de 1,000 posibles votantes, el 69% dijo que apoyaría la construcción de viviendas de apoyo permanentes, que incluyen servicios in situ para residentes como atención médica y tratamiento de adicciones, en sus propios vecindarios. Y sólo el 27% afirmó oponerse tajantemente a tales proyectos de desarrollo (un 4% seleccionó “no sabe, no contesta”).
Esto es alentador para el director de asuntos públicos de United Way, Tommy Newman, quien afirma que la organización sin ánimo de lucro está tratando de contrarrestar la creencia de que los ciudadanos de L.A. no quieren ver viviendas para las personas sin hogar en sus propias comunidades. Él cree que los resultados de las encuestas muestran un “nivel de energía no aprovechado” entre los votantes que podría utilizarse para obtener la aprobación de proyectos de viviendas asequibles cuando se topan con la oposición local.
United Way busca ahora explotar esa energía con el lanzamiento de su campaña ‘Everyone in’, que busca educar a los residentes sobre los esfuerzos de todo el condado para combatir la falta de vivienda y alentarlos a participar en el proceso. La acción comenzó el viernes con un evento en Echo Park Lake. “Juntos, tenemos una oportunidad real de sacar a nuestros vecinos sin hogar de las calles para siempre”, dijo en un comunicado la presidenta de United Way, Elise Buik, que añadió que “lo que nos detiene ahora no es la falta de hogares, sino la falta de comprensión de los problemas y sus soluciones”.
En la encuesta también se preguntó a los participantes si preferían “abordar las causas fundamentales de la falta de vivienda, incluso demorando la reducción de la cantidad de personas que viven en la calle” o “reducir el número de personas que viven en la calle tan pronto como sea posible, incluso si ello limita los fondos disponibles para abordar las causas de la falta de vivienda”. En este caso, la división fue mayor, pero el 56% eligió la primera opción (y sólo el 31%, la segunda, con el 8% pidiendo “ambas” y el 5% “ninguna/no sabe/no contesta”), lo que sugiere a Newman que los residentes están listos para una lucha más desafiante.