El emprendedor debe entender el riesgo sin comprometer el arrojo

El financiamiento es la gran asignatura pendiente de las start ups latinas, el economista dominicano Jonathan D´Oleo cree que los latinos deben planificar más y con método para conseguirlo

Muchos emprendedores confiesan que abrieron su negocio sin saber realmente el alcance de lo que hacían y los retos que tenían frente a ellos. Aquello de que “no se sabe lo que no se sabe” es una frase que cobra significado muy a menudo.

Los emprendedores son personas optimistas. Los economistas como Jonathan D´Oleo son más cautos. “Dada la tasa de fracaso en las start ups, los emprendedores se podrían servir de metodologías y aumentar sus probabilidades de éxito sin comprometer el arrojo que tienen”, explica.

Este profesional dominicano, que también es emprendedor y asesor con su empresa D´Oleo Analytica, ha lanzado una segunda edición de un libro, Emprende Dinámica que está dirigido a emprendedores, los que lo son ahora y los que estén pensando en ello. D´Oleo presenta una guía empresarial que según resume “permite al empresario saber antes de probar”.

“En nuestra cultura nos encanta la tesis de que probando es como se sabe y si bien hay algo de verdad, en esta economía de la información y del conocimiento, es mejor saber antes de probar para poder administrar mejor nuestros recursos”, explica.

Para este economista es preciso que el emprendedor no solo piense en lo que está haciendo en un momento dado sino que tome además otras consideraciones como el llamado costo de oportunidad (“qué me está costando lo que no estoy haciendo por hacer lo que hago”, resume en una línea) o el análisis marginal que permite entender mejor los costos y la capacidad de crecer.

D´Oleo plantea adoptar una metodología científica al emprendimiento y considera que muchas veces no se obtiene el financiamiento que se precisa porque no se tiene una estrategia, un plan de negocios o proyecciones que ayuden a convencer a quienes tienen capital de arriesgarlo. Como sugiere en su libro, el emprendedor tiene que ponerse unos lentes “para observar las necesidades del mercado a partir de las cuales observe las necesidades del mercado para aportar hipotéticas soluciones a través de un producto mínimamente viable”.

Emprende Dinámica es el libro de Jonathan D´Oleo que ofrece una guía y método para emprendedores./El Diario

Si ese producto se valida “el emprendedor tiene mayor posibilidad de conseguir financiamiento para la masificación de su proyecto”, argumenta este economista graduado por la universidad de Brandeis, Boston.

D´Oleo probó el sabor del emprendimiento poco después de salir de la Universidad. Lo hizo en uno de los momentos más difíciles, el año 2008 cuando la Gran Recesión evidenció las debilidades de la industria del crédito, se paró el movimiento de capitales y hubo una crisis de crédito y consumo que solo tenían precedentes muy oscuros en la historia del país.

A pesar de todo él quiso emprender “y hacerlo en mi comunidad”.  “He aprendido sobre finanzas y economía y lo que quiero es empoderar a mi gente para que no solo trabajen 24 horas siete días a la semana sino para que desarrollen planes de ahorro e inversión para materializar el sueño americano”, explica. Con esa idea se fue a Miami, donde hay una comunidad hispana muy grande y consiguió la franquicia de la firma de inversiones Edward Jones.

Tenía que llegar a una cifra de negocio determinada para que la firma abriera una oficina por lo que este joven dominicano empezó a trabajar desde su apartamento y su carro buscando clientes para planes de ahorro y retiro. “Salía a tocar puertas y no volvía a mi casa si no tenía 20 contactos nuevos”. D´Oleo recuerda que a los 23 años se dio cuenta que era “un muchachito a que nadie conocía con algo de educación y empecé a regalar lo que tenía”.

Hizo cursos sin cobrar sobre cómo ahorrar e invertir además de segmentar el mercado y estudiar el potencial de las pequeñas y medianas empresas. “La gente empezó a venir a los cursos y me dieron su confianza”, explica antes de revelar que finalmente consiguió que Edward Jones abriera la oficina.

Ahora, en su asesoría se especializa en “entrenamiento y capacitación de recursos  para empresas y a planificación estratégica para emprendimientos incipientes y maduros. Su punto de vista es que los emprendedores latinos no tienen que replicar lo que ya existe sino que han de innovar. “Si compramos papas para vender papas no estamos agregando valor”.

Le gusta citar al economista político Joseph Schumpeter para recordar que para emprender “hay que destruir sobre la base de una creación que sea mejor que lo anterior y de inferior desempeño”. “Es decir, el carro destruyó al caballo [como transporte], el teléfono al telégrafo, el CD al cassette”, aclara.

Para hacer eso hay que desarrollar el concept del valor agregado algo que este economista echa en falta incluso en las grandes economías nacionales de Latinoamérica. Su análisis es que estos países viven de la exportación de materias primas para luego importan como producto final con un mayor precio. “Exportamos cacao e importamos chocolate, exportamos azúcar e importamos caramelos”, lamenta para decir que estas industrias importadoras están impidiendo que tenga fuerza la creación de valor añadido con nuevos emprendedores.

La esencia de lo que D´Oleo quiere transmitir es que el corazón de lo que significa emprender es “crear sobre la base de la destrucción, reinventarse  constantemente independientemente del nivel de desarrollo en el que uno se encuentra”. Es decir, enfrentarse a retos todos los días. Con método.

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