Legisladores negocian medida de gastos sin solución para DACA a la vista
Los demócratas no presionan por DACA pero se oponen a más fondos para agentes de Inmigración
WASHINGTON— El Congreso tiene menos de cinco días para lograr un acuerdo para un megaproyecto presupuestario de $1,3 billones que evite otro cierre parcial del gobierno, pero los legisladores y la Casa Blanca este lunes se encontraban lejos de destrabar las negociaciones sobre el futuro de DACA.
El pasado fin de semana, los demócratas rechazaron una propuesta de la Casa Blanca de extender por 30 meses el programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, a cambio de $25,000 millones para el muro fronterizo.
A su vez, la Administración Trump rechazó una contrapropuesta de la bancada demócrata de apoyar los $25,000 millones para el muro a cambio de la legalización de 1,8 millones de Dreamers, confirmaron a este diario dos fuentes legislativas demócratas.
El gobierno federal agotará sus fondos operacionales el próximo 23 de marzo, y el Congreso tiene ante sí varios escenarios para aprobarlos: una medida con fondos hasta finales de septiembre; otra “resolución continua”, con gastos temporales para unas cuantas semanas, o un cierre del gobierno que acarrearía riesgos políticos para ambos partidos.
Los legisladores también mantienen diferencias sobre medidas relacionadas con “Obamacare”, en concreto el reembolso a las aseguradoras que ofrecen subsidios a personas de bajos recursos, y la financiación de un túnel entre Nueva York y Nueva Jersey.
El plan migratorio de Trump, que fue rechazado por el Senado y por los demócratas el mes pasado, contenía una vía hacia la ciudadanía para los Dreamers, a cambio del muro y numerosas medidas para recrudecer el combate contra los inmigrantes indocumentados.
Desde entonces, el presidente Donald Trump ha culpado a los demócratas por el punto muerto en las negociaciones para DACA, y hoy mismo, durante un acto en Manchester (New Hampshire) repitió su queja de que los demócratas no quieren resolver el asunto y solo quieren politizarlo con fines electorales.
Los demócratas, y grupos pro-inmigrantes afines, replican que Trump creó la crisis al desmantelar DACA en septiembre de 2017.
Aunque la Administración tuvo que reactivar DACA para la renovación de permisos, debido a sendos dictámenes judiciales, sólo el Congreso puede aprobar leyes que codifiquen las protecciones del programa creado por la Administración Obama, y que originalmente dio cobijo a cerca de 800,000 jóvenes indocumentados.
En enero pasado, los demócratas obligaron a un cierre parcial del gobierno, que duró tres días, al no lograr un acuerdo sobre DACA. El mes pasado, fue el senador republicano por Kentucky, Rand Paul, quien causó un cierre del gobierno por unas cuantas horas, cuando se opuso al levantamiento de los límites en gastos para programas domésticos y militares.
En esta ocasión, los senadores demócratas, entre éstos Chuck Schumer y Dick Durbin, parecen dispuestos a no presionar por la inclusión del “Dream Act” en las negociaciones presupuestarias, aunque sí han enfatizado que no apoyarán un aumento de fondos para ampliar los centros de detención o engrasar la maquinaria de arrestos y deportaciones ni mucho menos una medida para suprimir fondos policiales para “ciudades santuario”.
La Casa Blanca no ha precisado si Trump vetará una ley que no incluya su solicitud para el muro y demás medidas migratorias, que provocaría un cierre del gobierno.