En California, una inundación es más peligrosa que un terremoto
El ciclo de California de sequía a diluvio puede enmascarar peligros inesperados
Durante uno de los períodos más secos de marzo a febrero registrados en el Sur de California, una tormenta intensa arrojó tanta lluvia sobre Montecito en enero que los flujos de lodo da!naron o destruyeron cientos de casas, acabaron con la vida de al menos 21 personas. Triste recordatorio de cómo, en un lugar tan seco, las inundaciones repentinas pueden provocar un desastre.
Hace ochenta años, este mes, varias tormentas necesitaron sólo seis días para causar una destrucción generalizada en el Sur de California. Entonces, la lluvia cayó en dosis de 2 pulgadas por hora. Se inundaron amplias franjas del Valle de San Fernando, mientras que las aguas de las inundaciones en el río de Los Ángeles segaron puentes y separaron ferrocarriles.
Los funcionarios del gobierno respondieron con una importante campaña de control de inundaciones, construyendo represas, profundizando ríos y forrándolos con concreto para descargar el agua hacia el mar antes de que las aguas de las inundaciones pudieran elevarse. Pero incluso esas protecciones tienen límites. Y la historia muestra que hay precedentes de aún más devastación.
Varias semanas de tormentas monumentales serían todo lo que se necesitaría para desbordar el sistema de control de inundaciones de California. Si, por ejemplo, como cita el LA Times, las fuertes lluvias del invierno de 2016-17, que se vertieron durante un período de 80 días, se hubieran centrado en 23 días, California habría experimentado nun evento de inundación tan grave que habría desbordado nuestros sistemas de control de inundaciones, forzando la evalucación de 1.5 millones de personas y causando un daño económico que podría totalizar 725 mil millones de dólares.
“Realmente, una gran inundación como esta haría eclipsar un terremoto de 7.8 en el sur de California” en términos del costo financiero, dijo Dale Cox, gerente de proyecto de la aplicación científica para reducción de riesgos del Servicio Geológico de Estados Unidos. Y, como lo demuestra la situación del huracán Harvey en Houston, las tormentas que ocurren una vez cada 1,000 años son posibles. “Tal evento podría ocurrir en cualquier invierno en el futuro”, dijo el USGS sobre un escenario moderno similar a las inundaciones históricas de 1861-62 que transformaron gran parte del Valle Central y la Cuenca de Los Ángeles en un mar interior.