Reunión que no olvida a las víctimas de crímenes sin resolver
Fiscalía del condado de Orange honra a familias que han perdido seres queridos por la violencia
Era un viernes alrededor de las 3:30 de la tarde del año 2004 cuando Noé de Santiago salió a comprar un refresco. El joven de 16 años intentó apresurarse para regresar a casa donde estaba su madre, María de Santiago, y su hermana Fabiola de Santiago.
Sin embargo, en su camino se encontró con cinco pandilleros que lo atacaron.
“Lo rodearon, le sacaron una pistola y le dispararon en el corazón”, contó María, quien no olvida ese desgarrador momento. “Salí corriendo y alcancé a verlo vivo. Pero no sobrevivió”.
Fabiola, de 31 años, dijo que ha sido un momento difícil para la familia después de la muerte de su hermano. “Entre los hermanos hubo una desunión porque era muy difícil entender [la muerte de Noé]”, relató.
María dijo que después de 5 años lograron arrestar al hombre que le disparó.
“Él tenía 26 años…yo estuve presente cuando lo sentenciaron. Nosotros colaboramos en todo para que se pudiera hacer justicia”, expresó la madre, quien agradece a la oficina del fiscal del Distrito del condado de Orange (OCDA) por ayudarles a encontrar al responsable. “Le dieron de 45 años a por vida”.
Sin embargo, no todos los casos se solucionan con tanta rapidez.
Una muerte sin resolver
Darlene Sancen, de 22 años, aun recuerda aquel junio de 2010 cuando estaban planeando la fiesta más esperada de la familia.
“Me iban a celebrar mis 15 años…mi hermano había agarrado su primer trabajo para ayudar a pagar mi fiesta”, dijo Sancen con un nudo en la garganta. “Y de repente pasó esto”.
Su hermano Harvey Romero, de 20 años, iba en un auto con unos amigos cuando manejaron por una calle equivocada, contó Maribel Grajeda, la madre del joven.
“Los que estaban en esa calle pensaron que los del carro también eran pandilleros y les dispararon”, dijo Grajeda.
Su hijo fue declarado muerto poco después y la familia en lugar de celebrar una fiesta de 15 años se vio haciendo preparativos para un funeral.
“En la investigación nos dijeron que él que balaceó a mi hijo ya tenía récord criminal pero hasta ahora no lo han encontrado”, dijo Grajeda.
“Mi hermano perdió su vida y este hombre continúa vivo. Creemos que se fue a México y ha de estar disfrutando de la vida”, agregó Sancen.
Entre la tragedia, lo que agradecen ambas familias ha sido el apoyo emocional y mental que han recibido de las autoridades, así como de otras familias durante los años más tristes tras la pérdida de sus seres queridos.
María dice que después de la muerte de su hijo ella tuvo que ser hospitalizada.
Reúnen a víctimas de violencia
“Ahí llegó una persona de la policía y me dijo que él me iba a ayudar, que si necesitaba atención psicológica o lo que fuera y todo lo que supiera se lo dijera a él para ayudarnos. Hasta ahorita recibimos mucha ayuda psicológica”, dijo María el lunes durante la Reunión Anual de los Derechos de Víctimas en su edición número 10.
La OCDA estableció el evento por primera vez en el 2009 después de décadas de esfuerzos legales y legislativos para garantizar los derechos de las víctimas de delitos.
La reunión se lleva a cabo cada abril para coincidir con la semana nacional de los derechos de las víctimas de delitos, dijo el fiscal del condado de Orange, Tony Rackauckas. “Es un momento para recordar a los seres queridos que hemos perdido y para reconocer la fortaleza de sus familiares y amigos”, recalcó.
El almuerzo de celebración se celebró en el Centro Delhi de Santa Ana donde llegaron docenas de familiares de víctimas-con casos resueltos y sin resolver- así como autoridades y funcionarios locales y estatales.
Grajeda dijo que aunque no han encontrado al culpable del asesinato de su hijo, ella y su familia aprecian que no se han olvidado de ellos ni del caso todavía por resolver.
“Se siente bonito porque yo no soy la única y hay otras personas que le pasa lo mismo”, dijo Grajeda. “Pedimos justicia, queremos encontrar al que lo mató. Me gustaría verlo de frente y que lo metan a la cárcel”.
Desde hace más de 20 años la OCDA ha participado en la creación de leyes para proteger los derechos de las víctimas y en la educación del público para entender las leyes que los afectan.
Entre los cambios más recientes esta la proposición 21, aprobada en el año 2000, la cual aumentó los castigos por crímenes de pandillas graves y peligrosas. En el 2004, la Proposición 69 requirió que los arrestados por delitos graves presentaran una muestra de ADN. En 2006, la Proposición 83, o Ley de Jessica, instituyó sentencias obligatorias de 15 años para ciertos delitos sexuales graves contra niños. En 2008, la Ley de Marsy codificó los derechos de las víctimas en la Constitución de California y en 2014 la OCDA copatrocinó un proyecto de ley con el Senador Marty Block para permitir que una jurisdicción enjuicie los casos de trata de personas que ocurrieron en múltiples condados.
El evento contó con reconocimientos especiales para el Dr. Henry T. Nicholas III, fundador de la introducción de la Ley Marsy, en honor a su hermana Marsy quien fue asesinada por su ex novio y Anna Neal-Negrete, quien se volvió activista tras el asesinato de su hija.