Con hambre y sin tener dónde dormir: La realidad de muchos universitarios en EEUU
Un nuevo estudio arroja luz sobre una crisis desconocida por muchos: las condiciones en las que más de un tercio de los universitarios de este país se encuentran, sin el dinero suficiente para comer adecuadamente o pagar las facturas
Cuando Supraja Sridhar estaba estudiando en la universidad de Alabama-Birmingham, se topó con un problema que nunca imaginó: una de sus compañeras estaba pasando hambre.
“Tenía tres trabajos (…) y le costaba alimentarse, tener la comida que necesitaba”, lamenta la joven en conversación con BBC Mundo.
Sridhar tenía un plan de comidas contratado en la universidad y le ofreció compartirlo, pero se quedó pensando: “¿Habrá más gente como ella?”
Era 2013 y por entonces no había mucha información al respecto, pero este mes un nuevo estudio arrojó luz sobre el fenómeno: más de un tercio de los alumnos en universidades estadounidenses no tiene suficiente dinero para comer adecuadamente.
“Es la cosa más triste en la que he trabajado en mi carrera”, dice Sara Goldrick-Rab, la académica de la universidad del Temple de Filadelfia que lideró la investigación.
El informe, publicado por la universidad del Temple y el centro Wisconsin HOPE Lab, se presenta como el estudio nacional “más amplio” sobre esta crisis.
Inseguridad alimentaria y vivienda precaria
Los investigadores analizaron respuestas de 43,000 estudiantes de 66 centros de estudio superiores en 20 estados y el distrito de Columbia, y concluyeron que el 36% de ellos ni comían lo suficiente ni tenían acceso a una vivienda segura.
El documento incluye información de alumnos de universidades y de colegios comunitarios, centros que sirven de puente a la universidad, con cursos de dos años más asequibles que pueden ser convalidados en una carrera posterior.
Para describir la situación, los investigadores hablan de “inseguridad alimentaria”, en referencia a personas que se saltan comidas o reducen las cantidades de lo que comen por falta de dinero; y de “precariedad de la vivienda”, o la dificultad para pagar las facturas o la necesidad de mudarse de manera frecuente.
Conclusiones del informe
- 36% de los universitarios encuestados sufría de “inseguridad alimentaria”, el 42% en centros comunitarios
- 36% de los universitarios tenía una “vivienda precaria”, mientras que la cifra sube al 46% en el caso de estudiantes de centros “puente”
- 9% no tenía un lugar en el que vivir en 2017; dormía en un albergue, un vehículo o un edificio abandonado. El número sube en centros comunitarios: 12%
Entre las conclusiones más destacadas, se encuentra el porcentaje de alumnos que pasaron al menos un día sin comer el mes anterior a la encuesta, por falta de dinero: el 6% en universidades y el 9% en centros comunitarios.
Las razones que llevan a esta situación son varias, según los investigadores: la subida del coste de los estudios, la dificultad para encontrar un trabajo a tiempo parcial, la falta de ayudas apropiadas, el mayor número de estudiantes de menos recursos e incluso el desconocimiento del problema por parte de algunas instituciones.
La situación permanece en las sombras porque los centros de estudio “necesariamente no ven que su trabajo sea cuidar de adultos”, destaca la encargada de la investigación.
“En cierto modo, (los centros) asumen que si están en la universidad, tienen que ser capaces de cuidar de sí mismos”.
“Pero no se dan cuenta de que no se trata de que uno sea capaz de cuidarse a sí mismo; se trata de tener o no tener dinero suficiente”, considera la profesora Sara Goldrick-Rab.
Las cifras del estudio, apunta, son solo la “punta del iceberg”: “La verdad es que esto no representa la situación nacional porque no hay datos disponibles“.
Las dificultades para pagar las facturas o el precio de una comida perjudican el rendimiento de estos estudiantes, sobre todo de aquellos con menos recursos, e incluso fuerza a algunos a abandonar las clases.
Tasas, libros, alquiler… y comida
Sridhar, conocida como “Sippy”, lo sabe bien. La situación en la que vio a su amiga le sorprendió y comenzó entonces un proyecto que ahora se ha convertido en una iniciativa nacional: Donor to Diner (D2D).
“No queremos que un estudiante que es bueno no pueda completar sus estudios porque no tiene comida”, explica la fundadora de la iniciativa a BBC Mundo.
La joven, estudiante de un doctorado en Medicina, considera urgente concienciar sobre la situación.
“Cuando se piensa en hambre e inseguridad alimentaria, no se suele pensar en estudiantes universitarios. Eso acrecienta el problema: los estudiantes piensan que están solos y no lo están”.
Organizaciones como D2D, lideradas y gestionadas por estudiantes, están llevando la delantera con todo tipo de campañas, desde ofrecer comida gratis hasta crear redes a nivel nacional.
Contact uabdonortodiner@gmail.com with any questions about the event!@taearley44 https://t.co/syCeXlwSL5
— Donor to Diner (@donortodiner) February 9, 2017
La universitaria considera que, en la situación actual, cualquier compañero puede tener problemas de este tipo, debido a los altos costos de las carreras en EEUU: las elevadísimas tasas, los libros y el alquiler.
“Muchísima gente sufre este problema: son la mayoría“.
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