Robot pasa “prueba de fuego”: logra armar un mueble de Ikea
VIDEO: Investigadores han tardado tres años en desarrollarlo y ya buscan nuevos retos
Un equipo de la Universidad Tecnológica de Nanyang programó un robot para que montara una silla de Ikea, lo cual consiguió en tres etapas y un tiempo total de 20 minutos y 19 segundos.
Investigadores de Singapur han estado tres años trabajando y entrenando un robot con el fin de que consiguiera armar un mueble de Ikea. Según han explicado, el androide fue diseñado para crear y ejecutar un plan para ensamblar la mayor parte de la silla Stefan de pino por sí sola, empleando habilidades humanas para hacerlo.
Los investigadores han explicado el proceso en la revista Science Robotics.
El robot está fabricado con un software personalizado, una cámara tridimensional, dos brazos roboticos, pinzas y detectores del entorno. El equipo trataba de reflejar la biología humana necesaria para el proceso de montaje de un mueble.
Antes de comenzar el proceso y de la misma manera que sucede con los humanos, el robot tuvo ayuda del manual en el que se mostraban las instrucciones y pasos a seguir. Tras esto, el robot comenzó a observar las piezas detenidamente para determinar cómo colocarlas.
Tras esto, el androide comenzó a encajar las piezas de una manera que se asemeja al proceso mental que realizan los humanos montando el mueble en su cabeza antes de comenzar a hacerlo físicamente, haciendo coincidir cada parte con lo que mostraba el manual.
Después, durante 11 minutos el robot ideó un plan para montar rápidamente la silla sin que sus brazos chocaran entre sí o con las distintas piezas de la silla. Así comenzó el proceso de montaje que duró nueve minutos hasta que el robot completó el mueble.
Sin embargo, no lo consiguió hacer en el primer intento, sino que hubo varias pruebas fallidas y los investigadores ajustaron el sistema varias veces para que finalmente el robot consiguiera montar la silla por sí mismo.
El Dr. Quang-Cuong, uno de los investigadores explicó que el proceso “requiere percepción, planificar un movimiento, control entre el robot y el entorno y requiere transportar un objeto con dos brazos simultáneamente”. Por todos estos requerimientos, este científico considera el experimento “un buen proyecto para llevar sus capacidades al límite”.
El hecho de que el robot concluyera el montaje, pone fin a tres años de trabajo. Ahora, los investigadores buscan nuevos retos y se ven capaces de crear un robot que pueda construir una silla siguiendo instrucciones habladas o viendo a alguien hacerlo, pero sin un manual que observar.