Jovencitas y “padrotes’’ en investigación por desaparición estudiantes en Oaxaca

Los jóvenes desaparecieron en pasado 6 de abril, sus autos fueron localizados calcinados

Los autos fueron calcinados.

Los autos fueron calcinados. Crédito: Agencia reforma

MEXICO.- A la jovencita la sedujeron y estuvieron a un paso de llevársela lejos, dijo la madre. Mediante engaños, uno de los cinco hombres desaparecidos en Oaxaca, originarios de Tlaxcala, le habría cantado palabras dulces al oido y estuvo a punto de llevársela con apoyo de sus colegas, una estrategia común entre los proxenetas (padrotes) del segundo estado.

Con esta versión la Fiscalía de Oaxaca detalla un posible móvil de la desaparición de cinco jóvenes cuyas familias buscan por cielo, mar y tierra algún rastro que los lleve al paradero de los chicos desaparecidos hace un mes.

“Una señora reportó que se estaban llevando a su hija mediante engaños, incluso ya la habían subido a una camioneta’’, explica el fiscal del estado Rubén Vasconcelos en respuesta a acusaciones acerca de  fue la policía municipal la que pudo haberlos desaparecido tras su detención.

“Los policías los detuvieron, pero luego se firmó un convenio con la propia autoridad municipal -que se rige por el sistema de usos y costumbres como la mayoría de los pueblos indígenas en Oaxaca- y se dejó en libertad a estas personas”, dijo.

Posteriormente no se supo más de ellos hasta que la semana pasada se encontró su auto calcinado en el estado de Oaxaca aunque las autoridades alegan que desaparecieron en Tierra Blanca (Veracruz) cuando ya iban de regreso a su domicilio.

De acuerdo con investigaciones judiciales, el estado de Tlaxcala —ubicado en la zona centro del país— alberga a algunas de las redes mejor organizadas de trata de personas, la mayoría ubicadas en el municipio de Tenancingo, una localidad de alrededor de 10,000 habitantes donde cerca del 10% de la población se dedica al reclutamiento, explotación sexual y venta de mujeres.

La historia que involucra a los estados de Tlaxcala y Oaxaca en este casi  iniciaron el 27 de marzo cuando los hermanos Erik de 24 y José de 14, junto con su amigo Eduardo de 25 años,  pasaron días de descanso en Oaxaca y desde ahí viajaron a la comunidad de Temascal, municipio de  San Miguel Soyaltepec junto con José Armando Martínez de 18 y Eduardo de 30, donde se les acusó de intentar reclutar a muchachitas.

José Nazario Sánchez, hermano de uno de los desaparecidos negó que alguno de ellos se dedicara al reclutamiento de muchachas para la prostitución. “Somos comerciantes y ganaderos’’, dijo.

Oaxaca es uno de los estados con mayor número de linchamiento en México. De acuerdo con reportes de la prensa local, en 2017, se reportaron 58 casos de linchamiento (tentativa y consumados) y 11 presuntos delincuentes muertos.

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