Cerca de 800 extranjeros con visas temporales fueron víctimas de tráfico de personas, dice informe
El informe recomienda reformar el sistema de visas de trabajo temporales, haciendo énfasis en los derechos humanos de los trabajadores
WASHINGTON — Cerca de 800 extranjeros con visas temporales fueron víctimas de tráfico humano y explotación laboral entre 2015 y 2017 por parte de traficantes de personas, que aprovechan los fallos del sistema migratorio para abusar de “trabajadores huéspedes”, advirtió este martes un informe del grupo “Polaris”.
El informe fue publicado en unos momentos en que muchos trabajadores en la comunidad inmigrante afrontan un ambiente hostil por la política migratoria de la Administración Trump, incluso aquellos con visas legales. Los traficantes de humanos mueven un lucrativo negocio de $150,000 millones a nivel mundial, y el gobierno de EEUU debe tomar pasos para resguardar los derechos de los “trabajadores huéspedes”, dijo el informe.
A lo largo de 2018, centenares de miles de extranjeros trabajarán en EEUU con visas temporales en áreas como turismo, construcción, agricultura, jardinería, restaurantes y tareas domésticas pero, a juzgar por el informe, pocos saben lo que se oculta detrás de esos trabajos estables.
El informe de 50 páginas del grupo Polaris, examinó los datos recabados en su línea telefónica nacional contra el tráfico de personas entre enero de 2015 y diciembre de 2017, de personas con visas de trabajo temporales.
Data from the National Hotline identified nearly 800 victims of #humantrafficking. Foreign workers with temporary visas are entering the U.S. with hopes of economic opportunity are instead being victimized. Read the disturbing report: https://t.co/rS5LeJWosN #labortrafficking pic.twitter.com/Z7Te7UQ8ZV
— Polaris (@Polaris_Project) June 5, 2018
La línea telefónica que mantiene Polaris hace una distinción entre víctimas de la explotación laboral –que denuncian disputas salariales o condicionales insalubres, por ejemplo-, y víctimas de tráfico de personas, que suelen afrontar abuso físico o psicológico y penurias económicas.
Del total de denuncias recabadas entre 2015 y 2017, la línea telefónica identificó a un total de 797 víctimas de tráfico de personas, casi la mitad trabajadores extranjeros con visas legales.
Los abusos más comunes fueron de índole laboral, sexual, o una combinación de ambos.
Aunque el sector agrícola registró el mayor número de casos, no fue el único: también hubo denuncias en áreas de trabajo doméstico, jardinería, hoteles y restaurantes, construcción, educación, trabajos forestales, festivales itinerantes y cuidado de salud, indicó el documento.
La mayoría de los extranjeros era de México, seguidos por las Filipinas, Guatemala, India, Jamaica, Sudáfrica, Perú, Nigeria, Brasil, y Colombia, según el informe, que dejó en claro que el sistema de “trabajadores huéspedes” es deficiente.
La disfunción se debe a una deficiente regulación y vigilancia del entramado migratorio y a la amenaza de deportación como “una de las herramientas más poderosas que usan los traficantes para controlar a sus víctimas”, dijo el documento.
Es que la mayoría de las personas con visas de trabajo temporales están atadas a sus empleadores, y si se atreven a abandonar sus puestos de trabajo de inmediato quedan expuestas a una posible deportación.
La práctica de reclutadores de cobrar por la preparación de formularios, expedientes y arreglos de viaje, puede forzar a los trabajadores extranjeros a contraer deudas insostenibles que, a largo plazo, los dejan expuestos a la explotación, dijo Polaris.
“Los trabajadores extranjeros que llegan a EEUU con la esperanza de un empleo y pagos estables a través del programa de visas de trabajo temporales sufren un rampante tráfico humano” debido a los “agujeros” en el sistema de visas legales, explicó Bradley Myles, principal ejecutivo de Polaris.
“El gobierno de EEUU podría tomar pasos simples pero significativos para reducir el tráfico laboral dentro de nuestras fronteras, al desvincular las categorías de visas de un empleador como condición de trabajo, y hacer cumplir la prohibición” de cuotas de reclutamiento, agregó.
Por su parte, Naomi Tsu, abogada del “Southern Law Poverty Center” (SPLC), dijo que las leyes de EEUU “no deberían facilitar el tráfico humano”, que encuentra sus víctimas en los “trabajadores huéspedes” sujetos a robo de salario y represalias de sus jefes si hacen valer sus derechos.
Elizabeth Mauldin, director política del Centro de los Derechos del Migrante, Inc, consideró que es necesario reformar los programas de “trabajadores huéspedes”, haciendo énfasis en los derechos humanos de los trabajadores.
El informe emitió una serie de recomendaciones para reducir los abusos cometidos contra “trabajadores huéspedes”, incluyendo una reforma de las visas temporales; prohibir que reclutadores cobren a extranjeros por sus servicios laborales, y la aprobación de una ley federal que exija la elaboración de informes sobre los programas de visas temporales.
De las 797 víctimas identificadas en el informe:
- El 97%, o un total de 771, fueron víctimas de explotación laboral.
- La mayoría tenía visas “H-2A” (sector agrícola), “H-2B” (sector no agrícola), y “J-1” (programas culturales o educativos).
- El 75% de los trabajadores fueron reclutados mediante ofertas de trabajo legítimas.
- Las amenazas de deportación y el abuso económico fueron las formas más comunes para “controlar” a los “trabajadores huéspedes”.