EEUU sigue sin reunificar a niños separados de sus padres pero promete cumplir con orden judicial
La Administración culpó a las cortes de la dificultad de reunificar a las familias
WASHINGTON— La Administración Trump aún mantiene bajo su custodia a poco menos de 3,000 niños que fueron separados de sus padres en la frontera el mes pasado, incluyendo a 100 menores de cinco años, pero cumplirá con los “plazos artificiales” de un juez federal para devolverlos con sus familias, incluso mediante el uso de pruebas de ADN, dijo este jueves el secretario de Salud, Alex Azar.
Por orden del juez federal Dana Sabraw, la Administración tiene hasta el próximo martes para devolver con sus padres a los menores de cinco años, y hasta el próximo 26 de julio, para reunificar al resto.
“Vamos a cumplir, aún cuando esos plazos nos impiden realizar un proceso de verificación normal o incluso truncado”, prometió Azar durante una conferencia telefónica con periodistas, en la que criticó los “plazos artificiales” del juez.
Sin embargo, a juzgar por las declaraciones de Azar, ORR aún no ha reunificado a la gran mayoría de los niños que fueron separados de sus padres desde principios del mes pasado.
La orden ejecutiva que firmó el presidente Donald Trump el pasado 20 de junio frenó la práctica de la separación de familias pero abrió la puerta a su detención indefinida.
Azar dijo que, bajo la supervisión del tribunal, los niños pasarían a la custodia de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para permanecer junto con sus familias.
El pasado 27 de junio, horas antes del dictamen de Sabraw, Azar había dicho durante una audiencia ante el Senado que ORR, que depende del Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS), que la agencia tenía a 2,047 menores, en el marco de la política de “tolerancia cero” anunciada en abril pasado por el fiscal general, Jeff Sessions.
Pero esa cifra está incluida en la de poco más de 11,000 niños que entraron no acompañados.
Durante la llamada, Azar ahora dijo que ORR tiene en sus albergues a “más de 11,800 menores“, de los cuales poco más del 80% entró ilegalmente por la frontera sur sin la compañía de un adulto.
Azar responsabilizó de la confusión sobre la evolución actual de la crisis humanitaria en la frontera al maltrecho sistema migratorio y a años de inacción del Congreso por no corregir los alicientes de la emigración ilegal desde Centroamérica, así como a órdenes judiciales como la de Sabraw, que, según afirmó, ahora obligan a la Administración a devolver a los menores con padres aún bajo custodia federal.
Tanto el “Acuerdo Flores” de 1997 como otra orden judicial prohíben que los menores permanezcan detenidos por más de 20 días.
Azar dijo que su agencia ha desplegado a más de 230 empleados sobre el terreno para agilizar el proceso de reunificación, incluso mediante el uso de pruebas de ADN para verificar el parentesco de las familias detenidas en la frontera sur.
Las autoridades también están recurriendo a las bases de datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para corroborar la información que han ofrecido los menores de edad que, según Azar, no siempre es “fiable”.
En la misma llamada, un secretario adjunto del HHS, el comandante Jonathan White, dijo que el único propósito de las pruebas de ADN es verificar quiénes son los padres de los niños que fueron separados, tomando en cuenta que, según la Administración, algunos se hacen pasar por sus padres y , en otros casos, se trata de otros familiares.
Preguntado por este diario sobre qué pasará con niños cuyos padres ya fueron deportados, Azar dijo que, en muchos casos, los propios padres expresaron el deseo de que sus hijos fuesen entregados a otros familiares en el país.
Ante las críticas sobre el manejo de la situación actual y los interrogantes sobre el paradero de los menores, Azar repitió varias veces que HHS “sabe la identidad y ubicación” de todo niño bajo su custodia y que cada uno recibe recreo deportivo, cuidado médico completo, educación, y entretenimiento.
“Tenemos un plan para lograr esta tarea (de reunificación) y a la vez resguardar la seguridad de los niños bajo nuestra custodia”, incluyendo el traslado de padres a centros de detención más cercanos a los albergues donde estén sus hijos, aseguró.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) afirmó hoy que el declive del 18% en los cruces ilegales el mes pasado, en comparación con mayo, es prueba de que la política de “tolerancia cero” está funcionando.
Azar reiteró la línea del gobierno de que la mejor forma de evitar la separación de familias es no violar las leyes migratorias y entrar por los puertos de entrada al país.
Grupos de la comunidad inmigrante, algunos de los cuales han presentado demandas colectivas contra la Administración Trump por la separación de familias, han condenado el caos que persiste en el proceso de reunificación y que, a su juicio, pudo evitarse con alternativas más “humanas” y menos costosas a los centros de detención.
The Trump administration's anti-immigration deportation machine has:
— ACLU (@ACLU) July 4, 2018
✅ Separated children from their parents
✅ Harassed and arrested @GreyhoundBus passengers
✅ Detained asylum seekers for no reason
Sign our petition to stop these horrible abuses.https://t.co/gQRlNAm6FQ
El “American Immigration Council”, por ejemplo, ha dicho que, contrario a lo que argumenta la Administración, la mayoría de los jóvenes que son puestos en libertad acuden a sus citas en los tribunales de Inmigración.
Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes, de la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU) calificó de “incomprehensible” que la Administración ahora culpe al tribunal de Sabraw, “tomando en cuenta cuánto tiempo le dio al gobierno para corregir su propio desorden”.
“Cuando el gobierno quiere dirigir sus recursos a separar a familias, ha demostrado que puede hacer con rapidez y eficiencia, pero cuando se le ordena reunificarlas, de alguna manera lo encuentra demasiado difícil y engorroso”, apuntó Gelernt.
Ruby Powers, una abogada de Inmigración y voluntaria en la frontera, visitó la semana pasada a doce padres inmigrantes en el centro de detención de Port Isabel, en Los Fresnos (Texas), que está sirviendo como la “zona cero” de reunificación de familias pero, según explicó hoy a este diario, ninguno ha sido reunificado con sus hijos.
“Vemos una combinación de lo que le dicen a los padres, la falta de información, la dificultad de acceder a los centros de detención… están haciendo deportación expedita de personas con reclamos de asilo”, dijo Powers, miembro de la Asociación de Abogados de Inmigración (AILA).