Trump nombrará a Ron Vitiello como director de ICE en medio de ataques a política migratoria
Actualmente funge como director en funciones, pero tras nombramiento oficial necesitará confirmación del Senado
WASHINGTON — El presidente Donald Trump ha anunciado su intención de nombrar a Ron Vitiello como próximo director de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), en unos momentos en que la agencia afronta duros ataques de la oposición demócrata y grupos cívicos por la política de “tolerancia cero” en la frontera sur.
Vitiello asumió el cargo de director interino de ICE el mes pasado, en reemplazo de Tom Homan, quien elogió que, bajo el liderazgo de Trump, la agencia ya no tendría las manos atadas. Pero Homan no logró nunca el voto de confirmación en el Senado.
Trump anunció el nombramiento de Vitiello anoche en un comunicado y ahora corresponde al Senado confirmarlo en el cargo.
Vitiello es un veterano con casi 30 años en la Patrulla Fronteriza y, al igual que Homan, considera que los agentes de ICE ha sido objeto de “ataques injustos y amenazas” y que, en última instancia, éstos solo hacen cumplir las leyes de inmigración.
Vitiello explicó en una declaración escrita que la misión de ICE “es crítica para proteger la seguridad nacional y seguridad pública” y que sus agentes llevan la llevan a cabo “con valor, dedicación e integridad, aún frente a injustos ataques y amenazas”.
En el marco de la política de “tolerancia cero” en la frontera sur, la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) es la agencia que ha estado directamente implicada en la separación de familias, pero ICE también ha sido blanco de ataques por las redadas al interior del país.
ICE, que fue creada en 2003 tras los atentados del 9/11 dentro del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), tiene aproximadamente 20,000 empleados dentro y fuera de Estados Unidos y cuenta con un presupuesto de unos $6,000 millones.
Aunque también están a cargo de operaciones contra el narcotráfico, las pandillas y el crimen organizado, sus agentes se han convertido en el rostro de la política de “mano dura” contra los inmigrantes indocumentados en el país, e inclusive contra personas con casos de asilo legítimos.
Es que, desde que Trump asumió el poder en enero de 2017, las autoridades de Inmigración prácticamente han cesado su “discreción procesal”, advirtiendo que toda persona “sin papeles” queda expuesta a la detención y deportación.
De hecho, entre enero y noviembre del año pasado, el número de arrestos de ICE aumentó en un 42%, mientras activistas de la comunidad inmigrante documentaron casos de personas sin antecedentes penales o apenas pequeñas infracciones de tránsito que cayeron en sus redes.
Así, la agencia que Vitiello está a punto de dirigir, si el Senado lo confirma, no ha hecho más que cultivar el miedo entre la población inmigrante, según líderes de la oposición demócrata y activistas de la comunidad inmigrante.
“Pienso que tenemos que reexaminar a ICE, y que probablemente necesitemos pensar en comenzar de cero, porque hay mucho que corregir, particularmente en la que forma en que se conduce”, dijo a este diario la senadora demócrata por California, Kamala Harris, quien en cada audiencia ha exigido cuentas a la agencia policial.
Algunos detractores fomentan un movimiento para la abolición de ICE, a la que han convertido en sinónimo de la “crueldad” de la política migratoria de la Administración Trump.
Consultados por este diario, dos abogados que han seguido de cerca la evolución de la política migratoria de Trump coincidieron en que el país necesita una reforma migratoria que muestre “compasión” con los inmigrantes.
“Por años, Estados Unidos ha sido un país de leyes y de inmigrantes. Asignando un nuevo director de ICE no solucionará la situación migratoria para los miles de inmigrantes que siguen separados de sus familiares y para aquellas familias que son deportadas día tras día sin un proceso justo bajo la ley,” dijo Gunther Sanabria, abogado de inmigración en Washington D.C.
“Lo que necesitamos es una serie de nuevas políticas migratorias que se enfoquen en la compasión y la diversidad de nuestro país”, agregó.
Por su parte, David Leopold, un abogado de Inmigración en Ohio, señaló que el liderazgo de ICE “se ha negado a ejercer una discreción policial inteligencia” y, en cambio, ha cedido “de forma sumisa a las despreciables políticas de la Administración Trump”.
“Al final, en realidad no importa quién lidera ICE. Lo que importan son las políticas migratorias del nacionalismo blanco de la Administración Trump, que se ensañan contra los inmigrantes, en particular los inmigrantes minoritarios, en todo el país”, argumentó Leopold.