Trump se aprovecha de la Caravana Migrante

La caravana continúa su paso hacia EEUU.

La caravana continúa su paso hacia EEUU. Crédito: EFE/María de la Luz Ascencio

La Caravana Migrante que partió de Centroamérica y está atravesando México camino a la frontera con Estados Unidos, se ha convertido en el principal aliado de Donald Trump de cara a las elecciones del próximo seis de noviembre. A medida que avanza el llamado éxodo centroamericano, lo hace también la retórica fascista del titular de la Casa Blanca y ésta le viene rindiendo jugosos frutos. Según la encuestadora Gallup, el mandatario ha subido cuatro puntos en las recientes semanas, subiendo hasta el 44% de aprobación, mientras que el 39 % de los Republicanos han mejorado su opinión sobre él. En tanto el 70% de estadounidenses en general afirman que, con él, “la economía va muy bien”.

Estos son datos que el “trumpismo” ocupa para justificar sus agresiones supremacistas. Y no en balde, el mandatario requiere de toda la ayuda posible en esta época electoral, porque se juega estar al filo del fracaso, si pierde, o terminar de hundir a los demócratas, si gana los comicios de medio término. Al tiempo, el Partido Demócrata va ganando 48 a 41 sobre el Republicano, según Real Clear Politics. Por eso Trump utilizará todo a su alcance para revertir su desventaja, incluida la caravana migrante. De tal modo, ha desplegado a cientos de efectivos militares en la frontera sur con tal de agradar a sus simpatizantes.

El apoyo a Trump no se circunscribe sólo a Estados Unidos. El mandatario ha contado para sus fines con la muy dispuesta participación de los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández y de Guatemala, Jimmy Morales, en todo lo referente a la Caravana. A los migrantes, no sólo les permitieron salir sin represión militar, siendo dos países con larga historia tiránica; sino que tal parece que para ellos este éxodo migratorio no existió. La televisión y otros grandes medios de estas naciones centroamericanas apenas reportan algo al respecto; en tanto, CNN, New York Times, El País y otros monopolios mediáticos han desplegado sendas coberturas del suceso. Debe recordarse además que tanto Hernández como Morales son muy afines a los dictados de Washington. El hondureño, heredero del golpe de Estado del 2009 que depuso al vilipendiado Manuel Zelaya, y el guatemalteco, absolutamente dispuesto a la Casa Blanca tanto que ha sido uno de los más fervientes defensores de la política exterior estadounidense en Medio Oriente.

Así mismo México juega su parte. Peña Nieto ante la Caravana ha jugado al gatopardismo, haciendo como que ayuda, cuando en realidad no lo hace. Mientras tanto los migrantes –¿quién ve por ellos?–andan solos y cargados de sueños, siendo carne de cañón de la violencia y de los estratagemas electorales de Trump.

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